19, febrero 2025 - 16:41
Skadi superó todas las críticas y acepta sus cualidades físicas para usarlas en la lucha libre / Foto: Arturo Méndez
Desde pequeña, Skadi ha tenido que sobreponerse a críticas y burlas por su físico. La hoy Amazona del Consejo Mundial de Lucha Libre se describe a sí misma como una ‘luchadora XL’, y es que su complexión de 1.69 metros de altura y sus 90 kilogramos son para ella su mayor fortaleza para brillar como cualquiera de sus compañeras en el cuadrilátero.
Debido a su gran tamaño, le recomendaron elegir el camino fácil que durante varios años fue efectivo en el pancracio nacional: hacer movimientos chistosos para ganar simpatía y generar carcajadas. Skadi rechazó ganarse al público de esta forma, decidió demostrar que es capaz de asombrar por su agilidad y recursos luchísticos.
“Mis primeros entrenamientos me dijeron que ese era mi único camino, que no necesitaba hacer nada, solamente ser chistosa porque era gorda, y yo dije que no quería eso, mis cualidades son fuertes, cada quien trabaja con lo que tiene”, dijo la gladiadora originaria de la capital mexicana.

¿Por qué compararon a Skadi con Martha Villalobos?
Hay una misión que desea cumplir con su trabajo en el ring, inspirar a más jóvenes como ella a romper los paradigmas por tener un físico grande. Desea motivar a que todos aquellos que viven con miedo a las críticas en cualquier ámbito, no solo en el deportivo, se atrevan a intentar sobresalir en su ámbito.
“Represento a los cuerpos grandes, para mí es muy importante. Me quieren ofender llamándome Martha Villalobos, para mí no es una ofensa, es una gran luchadora. Por qué creen que me ofendería por nuestro peso. Me gustaría que más chicas de tamaño grande dijeran ‘ella lo pudo hacer, claro que yo también lo puedo hacer’, no nos tienen que encapsular en solo hacer planchas chistosas, yo quiero dar a notar que soy una persona fuerte, no de risa”, agregó.
‘La reina de los lobos’ se aleja de las redes sociales para evitar comentarios hirientes
Un factor clave para lograr concentrarse y llegar a ser una de las luchadoras estelares en la empresa de lucha libre más antigua de México es tener oídos sordos a los comentarios de gente que solo busca dañarla, por este motivo se declaró una ‘enemiga’ de las redes sociales, ya que aseguró no le han aportado muchas cosas positivas.
“Hasta la fecha no veo redes sociales, me aburren muchísimo. Me pegó muchísimo el que se burlaran de mi físico, un montón de cosas que decidí no ver. Los comentarios los quito, los borro, creo que son muy ofensivos y muy hirientes para mí, para mi salud mental”, aseveró.
Finalmente, se dijo satisfecha de lo que ha logrado hasta este punto de su carrera, en especial el ganarse un nombre por sí sola y no sobresalir por ser hija de Marcela, una leyenda del deporte espectáculo y su sinodal mas exigente.
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“Estoy muy agradecida por tener la madre que me tocó, una luchadora completísima que cambió la lucha libre femenil. Me costó mucho que le gustara mi trabajo, le gusta desde hace como tres años, de diez que llevo aquí. Ha sido un camino bastante difícil que la gente ya no me reconozca como la hija de Marcela, fue algo de lo que me tuve que desprender sí o sí porque no avanzaba”, finalizó.