El León y James Rodríguez llegaron a la Ciudad de México con sigilo total. El cuadro esmeralda se escondió entre las sobras para no ser captados por las cámaras de televisión y los celulares de los poco aficionados que pacientemente esperaron su arribo en el hotel de concentración al sur de la capital mexicana.

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En vísperas de su duelo ante las Águilas del América, una decena de seguidores del futbolista colombiano se presentaron en las inmediaciones del hotel ubicado en la Avenida de los Insurgentes. Tenían la esperanza de poder ver a su ídolo y conseguir un autógrafo. O bien, el tesoro más anhelado, una fotografía con el ex del Real Madrid. Para su desgracia, el diez de La Fiera ingresó, junto a todo el equipo, por la parte trasera del estacionamiento.

Lo único que los asistentes pudieron admirar fue el camión que transportó a los ‘Panzas Verdes’ desde el Aeropuerto Internacional de Toluca a su guarida temporal. A petición de James, un vuelo chárter trasladó al conjunto ocho veces campeón de la Liga MX hasta la capital del Estado de México, esto para evitar el engorroso protocolo de los aeropuertos y llegar lo más pronto posible a descansar para el duelo de este miércoles contra el tricampeón del campeonato mexicano.

¿Cómo fue la llegada de James Rodríguez a la CDMX?

Una vez en suelo capitalino, el transporte del equipo ingresó al estacionamiento del hotel y los jugadores accedieron por la puerta trasera. Lo más cercano que estuvieron los aficionados de ver al seleccionado nacional de Colombia fue su sombra a través de unos barrotes de madera que cercaron el pequeño lobby donde algunos elementos se mantuvieron por un par de segundos para luego subir a sus cuartos por las escaleras de emergencia y así no ser vistos.

En el lobby principal, algunos huéspedes se reunieron con un par de camisetas y celulares listos en busca de una pequeña oportunidad para conseguir un recuerdo invaluable. Aunque las esperanzas se murieron con el correr de los minutos. Los movimientos al interior desataron la euforia de los fanáticos, ya que algunos uniformados con los colores y el escudo de la institución merodearon por los pasillos, aunque se trataba del staff subiendo las cajas con los insumos para el duelo de este miércoles.

El colombiano dejó esperando a los aficionados del León

Un padre de familia que se declaró fanático del América hondeo una bandera verdiblanca con el para apoyar a sus hijos, ambos aficionados del León, en la búsqueda de llamar la atención de cualquier jugador, aunque el deseo mayor era ver a James. Inclusive, dos seguidores originarios de Colombia estuvieron esperando ansiosos por ver a su compatriota. Una de ellas llevaba un muñeco de acción del originario de Cúcuta. El otro portaba un jersey del Millonarios, uno de los clubes más populares del país cafetalero.

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Pasadas las 21:45 horas, los asistentes cuestionaron a un guardia y la respuesta ocasionó que quedaran decepcionados. Uno a uno se fueron retirando del lugar. Ninguno logró cumplir su cometido. James no se dejó ver.