Chivas no se cansa de humillarse. El Guadalajara no responde este semestre ni en la Copa de Campeones de la Concacaf. Óscar García sigue aumentando la presión sobre su equipo con un milagroso empate ante el modesto Cibao FC en el primer capítulo de la serie. Justo cuando estaban por sufrir una de las derrotas más grandes en toda su historia, tuvo que venir un error del arquero caribeño, en el minuto 100 para salvarse del ridículo y poner el 1-1, que fue inmerecido en todos los aspectos.

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El papelón internacional fue el futbol del Rebaño, que solo pudo generar dos tiros a gol en más de 100 minutos. Santiago de los Caballeros quedará en la memoria de los Chivahermanos que hicieron el viaje a República Dominicana como una ciudad donde se gestó una pesadilla.

El cuadro mexicano salió con total desconcentración al partido y ese detalle les pasó factura muy rápido en el marcador. El reloj no superó ni siquiera el primer minuto cuando el primer golpe de los locales llegó. Chivas pecó de soberbia al intentar salir desde el fondo con el balón controlado, al estilo de Pep Guardiola, pero terminaron por hacer el ridículo.

Roberto Alvarado fue el hombre del error. El de Salamanca ni siquiera se percató de la marca de dos rivales a su espalda y al sentir la presión entregó hacia atrás, pero al rival. De inmediato los caribeños buscaron el espacio para patear a puerta y Juan Díaz fue el que lo encontró. El colombiano sacó un zapatazo imposible para Rangel, que ni siquiera había participado en el juego cuando su meta ya había sido mancillada.

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A la desconcentración del rebaño se le sumó el shock del gol. Estar abajo en el marcador a los 44 segundos es algo que no tenían presupuestado y desde ese momento la noche se convirtió en una auténtica pesadilla en suelo dominicano.

No hubo conexión alguna entre los rojiblancos, por el contrario, los reclamos y las caras largas, esas que reflejan la molestia con el compañero abundaron. El ‘Piojo’ Alvarado quiso reponerse de su falla, intentó una y otra vez conseguir una oportunidad para probar al arquero Lloyd, pero nunca se sintió cómodo ni en la conducción de la pelota.

García Junyent le dio a Alan Pulido sus primeros minutos desde su retorno a Verde Valle, pero el delantero tamaulipeco tuvo que salir del área para buscar juego, ya que no le llegó ni un solo servicio en la reanudación del juego. El 9 rojiblanco quedó muy lejos de donde se le necesitaba.

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Justo cuando el árbitro central tomó aire para el silbatazo final, Luis Rey se convirtió en el héroe de la noche. En un ‘Ave María’ enviado al área caribeña, el juvenil remató de cabeza ante la mala salida del guardameta. Su cabezazo ingresó al arco de forma agónica, golpeando el poste y botando lentamente. Un empate con sabor a derrota para el Guadalajara que tendrá que cerrar la llave en casa.