La continuidad es la clave del América. Los de André Jardine se alejaron de las contrataciones en un mercado de invierno que está por cerrarse y, aun así, dominan la Liga MX. En el estadio Ciudad de los Deportes, la ilusión pasa por el estilo de juego del equipo.

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Ni Sergio Ramos, Luka Romero o Adalberto Carrasquilla llegaron al crema y ellos, volvieron a golear a su rival.

Las Águilas golearon 4-0 al FC Juárez y demostraron que, lejos de buscar un nombre que rompa el mercado, es la continuidad la que tiene al amarillo entre los primeros lugares e invicto. ¡Bravo, Tricampeón!

La tarde en el Coloso de la Colonia Noche Buena no fue diferente a los encuentros en los que ya se pudo ver al primer equipo. El dominio fue claro pese a la rotación que mostró el entrenador brasileño.

Cervantes, Fidalgo y Chiquito Sánchez revolucionaron una zona en la que Jonathan González y Guilherme lucieron perdidos. Las llegadas comenzaron desde las bandas. Desde Dagoberto, Borja, el Rayito y Zendejas motivaron a la grada a aplaudir con su verticalidad.

La banda derecha fue letal para abrir el marcador. Espinoza y Zendejas se conjugaron en una pelota que terminó en las piernas del zurdo, quien centró para que Dávila, con un testarazo, abriera el candado fronterizo.

La solidez defensiva también ayudó. Malagón tuvo una noche tranquila, sólo un choque con Estupiñán levantó al arquero. Las palabras del delantero molestaron a Luis Ángel y se enfrascaron en un pique que terminó en nada.

El cierre del primer lapso llegó, la presión fue constante. Chiquito recuperó la pelota, con visión, recortó al último hombre y solamente venció a Jurado para el segundo de la tarde. Con 2-0, llegó el descanso.

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El complemento continuó con la misma dinámica, América dominó con y sin pelota. Los Bravos dejaron la agresividad en la frontera y se limitaron a pegar para mermar el ánimo del equipo campeón.

La velocidad de los de Coapa volvió a ser letal. Los pases precisos dejaron a Sánchez frente a Jurado. Érick no pudo definir, pero el Rayito estuvo atento para empujar el rebote que el meta escupió.

La fiesta fue total. Rodríguez, motivado, volvió con su picardía frente a la zaga juarense. El Rayito recortó en el área a su defensor y tocó el esférico. El arquero Bravo pudo desviar, aunque el esférico, con dramatismo, besó la red.

Todavía Israel Reyes marcó un golazo que el VAR anuló por fuera de juego en una jugada previa. El estadio azulcrema se rindió ante un equipo que, con continuidad, se mantiene como el dominante en la competencia mexicana.

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Finalmente, las Águilas siguen invictas en el torneo, que la fiesta en América no pare.