25, enero 2025 - 9:22
Madison Keys es campeona del Australian Open / Foto: IG Madison Keys
Tuvieron que pasar más de siete años para que Madison Keys volviera a disputar una final de Grand Slam, tiempo en el que pasó por altibajos, aunque su calidad nunca estuvo en duda.
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En Melbourne Park pasó las dos mejores semanas de su carrera, en un nivel superlativo que le permitió alzar el título a costa de las dos mejores en el ranking de la WTA. Haber eliminado a Iga Swiatek en semifinales le dio la confianza necesaria para hacer lo propio de Aryna Sabalenka en la final, jugadora que no perdía un partido del Abierto de Australia desde 2022.
“Todo pasa por una razón. He tenido que pasar por cosas difíciles y eso me ha obligado a mirarme a un espejo e intentar trabajar en la presión que me impongo a mí misma. Desde que era muy joven sentí que, si nunca ganaba un Grand Slam, no estaría a la altura de lo que los demás pensaban que debería estar. Fue una carga dura de llevar, pero finalmente llegué al punto en el que estar orgullosa de mí y de mi carrera, con o sin un Slam. Estaba en un momento en el que no me importaba si eso no ocurría. No lo necesitaba para sentir que había tenido una buena carrera”, dijo la flamante campeona en rueda de prensa.
Madison Keys no era de las favoritas para el Australian Open
Aunque claramente no llegaba en el grupo de favoritas, la estadounidense confiaba en sus posibilidades más que nadie: “He sentido antes de cada partido que podía salir y jugar como yo quería, que me iba a dar la oportunidad de ganar. No me estresaba por lo que no podía controlar, jugaba un poco más libre. Fui ganando confianza poco a poco, y creo que en parte ha sido porque nunca me adelanté en pensar en la ronda siguiente”.
A sus 29 años, Keys nunca perdió la esperanza de poder ganar un título que había perseguido desde la final del US Open que perdió en 2017.
“Creo que ganar el partido contra Iga fue un gran obstáculo en el que me sentí como que podía hacerlo, pero hacerlo así me hizo pensar tras el partido que absolutamente podía ganar hoy”, argumentó la nueva número siete del mundo a partir del lunes, el mejor ranking de su carrera.
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