UNA tremenda tarea para Ángel Eduardo Espinoza Nápoles es, según se ha propuesto, emular a su abuelo “Mantequilla” como campeón del mundo. Y su sueño va incluso más allá, al hablar de superarlo y así escribir su propia historia, no obstante las críticas que su propuesta puede acarrearle.
Con 16 años y sólo cuatro peleas amateur, todas de ellas ganadas, con tres nocauts, el recién coronado campeón del torneo Ring Central, nos dijo que ha tenido contacto con su abuelo, a quien calificó de “extraordinario peleador”.
De esas pláticas con José Ángel Nápoles, quien fuera monarca de los welters del WBC y WBA, ha aprendido a corregir detalles a la hora de pelear o entrenar.
“Mi abuelo y yo platicamos de la estrategia que debe utilizar un boxeador arriba del ring, cómo tirar combinaciones, el saber desplazarte y más cosas. He aprendido de sus consejos”.
El joven peleador indicó que ha observado videos de combates de su abuelo.
“Me gusta mucho la defensa que tenía, su contragolpeo, su pegada, cómo se movía, sus recorridos en el ring, y todo eso intento aplicarlo. Esas técnicas que tenía mi abuelo son de mi agrado. Quiero hacer mi historia y no colgarme de su nombre”.
La mamá de Ángel Eduardo se llama Ana María Nápoles.
El novato entrena bajo la mirada de Alberto Segura, de quien puntualizó: “Mi mamá conoce a Alberto, quien me dijo que viniera a entrenar y nos sentimos a gusto, al grado que tengo cuatro peleas amateur. El profe (Segura) me debutó y mi mamá se siente contenta y orgullosa de mis logros, y mi papá (Sergio Espinoza), igual”.
El mote de “Mantequillita” Nápoles le fue impuesto por Mauricio Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo.
Alberto Segura aseguró que el aprendizaje que ha logrado Ángel ha llamado la atención. “Tiene los genes de su abuelo, tiene pegada, se mueve muy rápido”, acotó.
Alberto y Ángel Eduardo se dijeron agradecidos con el señor Mauricio Bocanegra y su esposa Armina, del gimnasio Ring Central.