Cuando tenía 14 años, la esgrimista Natalia Botello se consagró como la única mexicana en ganar un Campeonato Mundial Juvenil. Desde aquel entonces, la vibra que la mexicana siente al competir dentro de la pista y cómo el sable se desenvuelve de manera natural en su mano, guiado por su talento, ha sido lo que le ha permitido mantener vivo el gran sueño de su vida: competir en unos Juegos Olímpicos.

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Después de los ciclos de Tokio 2020 y París 2024, la esgrimista tijuanense experimenta una sensación nueva. La madurez que le han dado los años convierte los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en una nueva oportunidad.

“Me siento emocionada y preparada, sinceramente, siento que los ciclos pasados no veía con madurez qué era lo que quería, mi sueño siempre ha sido llegar a los Juegos Olímpicos. Pero estaba un poquito más niña y no entendía bien cuántos sacrificios se tienen que hacer para poder lograr una clasificación olímpica. Este ciclo me siento lista, me siento preparada, sé que para poder llegar a Juegos Olímpicos van a pasar muchísimas cosas, altas y bajas, piedras, tropiezos, alegrías. Pero yo estoy enfocada, siento que me merezco esa clasificación, no tanto por los resultados que he tenido, sino por mí. Porque realmente me he esforzado mucho y porque he soñado mucho con ese sueño”, confesó Natalia, en entrevista con ESTO.

A sus 22 años. La esgrimista mexicana se aventuró a una experiencia nueva, como si el dicho que dice que para lograr lo que nunca se ha logrado hay que hacer lo que nunca se ha hecho dictara su camino. Natalia se sentía cómoda en Tijuana, pero sabía que para dar el paso había que intentar algo más. Fue entonces que aceptó una oferta para estudiar en Ohio State, donde combina el estudio con lo deportivo.

“Gracias al esgrima me he abierto muchísimas puertas, muchísimas oportunidades. Ohio State me ofreció una beca apoyándome para poder continuar con mis estudios y también poder continuar con mi carrera deportiva. Ahorita estoy entrenando acá con un entrenador que es muy bueno, que fue cuarto en los Juegos Olímpicos, se llama Dimitri Lapkes, es bielorruso, y la verdad me ha ayudado bastante. Igual yo sigo entrenando con mi entrenador de base, Alain Tandron, y seguimos preparándonos”.

Botello batalló mucho para asegurar un lugar en la selección mexicana

A pesar de la distancia y cambio tan abrupto que tuvo que enfrentar, Botello se prepara para buscar su lugar en la selección nacional durante el próximo selectivo nacional. El cual se llevará a cabo en el Comité Olímpico Mexicano.

“La verdad me costó muchísimo poder adaptarme al cambio de culturas. Por así decirlo, México-Estados Unidos, pero estoy disfrutando mucho, sigo activa en mis nacionales en México. Obviamente voy a ganarme mi lugar, como debe de ser. Justamente tenemos un nacional a finales de este mes y estoy entrenando para ir y ganarlo”.

Entre las cosas que motivaron a Natalia a viajar a Estados Unidos está el sistema de competencia de la NCAA, donde la constante competencia ofrece un fogueo importante para los atletas.

“Al principio no quería irme, como vivo muy cómoda en Tijuana. Me daba miedo dar ese paso, también me estaba cayendo el 20 de que ya soy una mujer adulta y que tengo que hacer mis cosas. Yo quería seguir viviendo con mi mamá hasta los 100 años. Algo que me inspiró muchísimo es ver a mis compañeros acá, Julieta Toledo y Diego Cervantes. Y también algo que me dieron ganas de irme fue que me dijeron que me iban a apoyar para poder ir a competencias internacionales”.

Natalia Botello se sentiría como en casa por la cercanía de Los Ángeles

La mexicana disfruta su nueva etapa y la posibilidad de volver a pelear por un lugar en los Juegos Olímpicos. La cercanía que hay entre Tijuana y Los Ángeles le emociona.

“Me siento muy contenta, me siento, no me siento realizada todavía, pero para allá voy, simplemente estoy disfrutando las oportunidades que Dios me ha dado y nada, estoy más que preparada. Tengo ya mi meta fija, ya no nadie me mueve de Los Ángeles y más porque como son unos Juegos Olímpicos que están cerca de donde yo vivo. Me motiva más por toda la gente que me puede ir a ver. Mi familia, mis amigos, todos los que alguna vez me han dicho te queremos ver en Juegos Olímpicos. Pero tiempo al tiempo. No voy tarde a lo que es mío, voy tranquila y dando pasos firmes porque sea donde vaya voy a llegar. No me preocupa, no llevo prisa, estoy trabajando a mi ritmo y pues solamente quiero que la gente sepa que ‘Natalia Botello is back’”.

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¿Pensó en el retiro?

La madurez de la esgrimista Natalia Botello no solo se ve en el aspecto deportivo, sino también en el mental. La mexicana sufrió en carne propia la presión que supone brillar a nivel juvenil y ser catalogada como una joven promesa, para luego enfrentarse al complicado cambio que supone la categoría mayor. A sus 22 años, la tijuanense habla abiertamente de lo importante que resulta la salud mental en el deporte, un tema que hasta hace algunos años era tabú.

“Fue un cambio muy drástico. A mí me me puso un poco triste el tema de que terminando la categoría juvenil, no he tenido resultados en mayores. La verdad me ha costado muchísimo adaptarme a este nuevo ritmo, a este distinto tipo de competidoras, porque es totalmente otra onda competir con mayores, a competir con juveniles”.

Después de que terminé la categoría juvenil, desaparecí del radar. La verdad, dejé de competir, como no ganaba. Me desmotivé muchísimo. Tuve depresión, me caí, me hundí horrible, pero entendí que es un proceso y que nunca voy tarde a lo que es mío. Me costó muchísimo entender que Natalia juvenil ya pasó. No pienso vivir de los logros que hice. Yo quiero seguir dando más porque sé la calidad de atleta que soy, sé lo que puedo demostrar porque ya lo he hecho, ya lo hice. Sé mis capacidades y sé lo que quiero”, confesó la esgrimista, en entrevista con ESTO.

Natalia Botello no vio París 2024

El deportista está acostumbrado a vivir su disciplina tanto en la victoria como en la derrota. El ganar y el perder es parte de la vida. Botello confesó que por un momento pensó en retirarse, e incluso tomó la decisión de no ver los Juegos Olímpicos de París 2024, justa a la que no pudo clasificar.

“Hubo un momento en el que yo me quería retirar de esgrima, pero la verdad lo que me mantiene aquí de pie es mi sueño de ir a los Juegos Olímpicos. Es lo que yo quiero, yo sé que me voy a matar para clasificar a los Juegos Olímpicos. Me cansé de ver los Juegos Olímpicos desde mi sillón. Estos Juegos Olímpicos ni los vi, de verdad. Dije, ´no los voy a ver, no los quiero ver ́. Apoyé desde mi casa a todos los mexicanos, les mandé mis vibras, mis mejores bendiciones, pero me dolía saber que yo podía estar ahí y pues no estuve”.