De a poco Lamar Jackson empieza a saldar la cuenta pendiente que tiene en la NFL. Los playoffs han sido el único punto negativo de su carrera y al menos en la primera ronda, consiguió una destacada actuación para guiar a los Ravens a la divisional de la Conferencia Americana.

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Los Ravens se impusieron a los Steelers

Baltimore entró en exceso de confianza y aún así, superó 28-14, a los Pittsburgh Steelers en lo que fue su tercer enfrentamiento en el año.

La percepción es que los pupilos de John Harbaugh solamente necesitas forzar la máquina un poco para someter a sus rivales. Al menos los que quedaron por debajo en la siembra de la AFC.

De poco le sirvió a Pittsburgh el conocimiento que tiene de su rival divisional. Fue incapaz de controlar el tiempo de posesión y su defensiva terminó por romperse sobre el final de la primera mitad. Baltimore limitó a Russell Wilson a sólo un primero y diez durante los dos primeros cuartos, situación que provocó que la defensiva visitante se la pasara muchísimo tiempo sobre el terreno de juego del M&T Bank Stadium.

Los Ravens lucieron imparables. Lamar Jackson llevó dos series hasta la zona prometida, con jugadas espectaculares donde encontró abiertos a sus receptores Rashod Bateman y Justice Hill. Tampoco podía faltar el aporte de Derrick Henry. El ‘King’ arrolló a los frontales de Steelers. Tuvo un total de 25 acarreos donde consiguió 182 yardas y dos touchdowns.

El 21-0 parcial parecía ser definitivo, pero Pittsburgh mostró un poco de orgullo. Con los locales relajados, cuidadosos de controlar el tiempo restante, Russell Wilson empezó a encontrar espacios en la secundaria de Baltimore, justo su punto débil.

Durante el tercer episodio, los Steelers anotaron en un par de ocasiones para ilusionar a su afición, pero la desventaja ya era definitiva. Tanto se habían separado, que no se hicieron daño en el cuarto final.

Con el balón en las manos de Lamar Jackson se terminó la esperanza de Pittsburgh en la temporada 2024. Mike Tomlin sigue sin encontrar resultados positivos en la postemporada, donde suma ocho en fila sin poder ganar un partido. Se ha convertido en una tradición para una de las franquicias más representativas de la NFL caer en su debut.

En el choque de quarterbacks, Lamar Jackson salió vencedor con 175 yardas aéreas y dos touchdowns, sin equivocaciones; Russell Wilson finalizó con 270 yardas y también dos anotaciones, pero en su caso fue insuficiente para mantener con vida a su equipo.

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