En la NFL hay ventanas que se abren y se cierran con facilidad. Un equipo puede estar armado para pelear por el Super Bowl, pero a veces basta una lesión para dinamitarlo todo. Los Detroit Lions parecían encaminarse a ese destino, cuando varios de sus mejores hombres comenzaron a caer en la desgracia de la reserva de lesionados; el espíritu de Dan Campbell, resiliente como pocos, los salvó de la maldición.

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Como si de un cantero se tratara, el entrenador en jefe armó un equipo contendiente en apenas tres años; por encima de cualquier figura, su equipo es una idea. Solo de ahí se explica que Detroit tenga hasta 15 jugadores en la reserva de lesionados, muchos de ellos titulares indiscutibles, y aún así hayan podido terminar con una marca de 15-2, la mejor de toda la Conferencia Nacional.

La defensa de los Detroit Lions no dejó de sufrir

Si hay un playmaker a la defensiva en los Lions de Dan Campbell es el poderoso Aidan Hutchinson. El ala defensiva de tercer año corresponde a esa clase de jugadores capaces de marcar el rumbo de un partido.

Era tan bueno su nivel, que antes de romperse la tibia y el peroné en la semana 5 acumulaba 7.5 capturas de mariscal de campo, una cifra que lo encaminaba a una temporada histórica. Es tan notoria su ausencia que, a pesar de haberse perdido 12 partidos, continúa como líder del equipo. Le siguen en el escalafón Za´Darius Smith y Alim McNeill, con 4.0 y 3.5, respectivamente.

Fieles al dicho de que al perro más flaco se le cargan las pulgas, Detroit también perdió a McNeill en la semana 14. El liniero se rompió los ligamentos y puso fin a su temporada, un segundo golpe devastador para la unidad que coordina Aaron Glenn.

Bajas en todos los sectores

La desgracia no quedó ahí en los Lions. A lo largo de la temporada perdieron a piezas clave como el esquinero Carlton Davis, quien se fracturó la mandíbula en la semana 15. En 13 partidos, el veterano registra dos intercepciones y dos fumbles recuperados. Detroit mantiene confianza de contar con él más adelante, en la postemporada, ya sea en una eventual final de conferencia o incluso el Super Bowl.
El equipo también tuvo que hacer frente a la lesión de otros titulares como el ala defensivo Marcus Davenport, además de los linebackers Alex Anzalone y Derrick Barnes.

Durante el partido de la semana 18 en el que Detroit venció a los Vikings para asegurar su primera siembra, las lesiones también se hicieron presentes, aunque el equipo aún está tratando de determinar la gravedad. El esquinero novato Terrion Arnold tiene estatus de cuestionable para la ronda divisional debido a una lesión en el pie, sin embargo, parece que todo quedará en un susto. También está en duda el liniero Pat O’Connor, una de las piezas claves en el proceso de suplir las bajas.

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Los Lions encontraron la forma de reinventarse

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Es cierto que si se compara las bajas que los Detroit Lions han tenido a la defensiva, lo que ha sucedido en el ataque parece cosa de niños. Los Lions en realidad se han mantenido sanos y el único susto lo dio el corredor David Montgomery, quien ha corrido para 775 yardas y 12 touchdowns. El jugador se lesionó la rodilla en la semana 14 y a pesar de que los primeros pronósticos eran poco alentadores, una segunda opinión le permitió al veterano librar la reserva de lesionados. Se espera que Montgomery esté listo para la ronda divisional, una buena noticia para el ataque, sobre todo porque tendrán completo al monstruo de dos cabezas que conforma junto a Jahmyr Gibbs. Ambos se han combinado para 32 anotaciones y 3035 yardas.