Aunque los Bengals aún deberán esperar los resultados de los Broncos y los Dolphins para saber si el milagro de clasificarse a la postemporada de NFL se hizo realidad, el hecho de que esos partidos se jueguen el domingo, y no el sábado, convierten el duelo de Cincinnati ante los Steelers en un matar o morir. Lo que el destino diga poco tendrá que ver con la necesidad imperante de llevarse la victoria y entonces sí, esperar que tanto Denver como Miami caigan en sus respectivos duelos.

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Más allá de que los Bengals llegan con una inercia de cuatro victorias en fila, contrario a las tres derrotas que encadenan los Steelers, no será una prueba sencilla para Cincinnati. El hecho de jugar de visita ante un rival divisional complica el panorama y exige un esfuerzo extra a los protagonistas.

Los Bengals tienen la ventaja de contar con un Joe Burrow en estado de gracia. De no ser por el récord de su equipo, lejos de los puestos de privilegio, el mariscal de campo sería considerado el principal candidato al MVP; una monstruosa cifra de 42 pases de touchdown y 4641 yardas, ambos los registros más elevados de toda la liga, lo respaldan.

¿Qué jugadores tendrá Bengals para buscar la victoria ante Steelers?

Burrow contará con su monstruo de dos cabezas en el ataque aéreo, con Tee Higgins, que viene de atrapar tres pases de touchdown, y Ja’Marr Chase como protagonistas. La gran duda radica en saber si podrán contar con su corredor Chase Brown, lesionado del tobillo en el partido pasado, jugador clave en el despertar del equipo.

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El buen momento de Cincinnati contrasta con el de los Steelers. Aunque Pittsburgh ya tiene asegurado su lugar en la postemporada, en caso de una caída de los Ravens, aún podría aspirar al campeonato de su división. La mala noticia para los locales es que tanto su defensa como su ataque han perdido el ritmo y ahora mismo lucen lejos de su mejor versión.

Uno de los casos más alarmantes es el del mariscal de campo Russell Wilson. El veterano lideraba con maestría su ofensiva hasta que cayó en un bache del cual no ha podido salir. Además de las costosas entregas de balón, Pittsburgh no supera los 20 puntos desde la semana 14, una producción difícil de sostener.

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A la defensa, la cosa tampoco pinta bien para Pittsburgh. En sus últimos tres partidos han permitido al menos 27 puntos, números poco comunes para una unidad élite. Por si fuera poco, la prueba ante Cincinnati no luce para nada sencilla.