Jim Harbaugh tiene 61 años, pero no hay nada en su ser que refleje el paso del tiempo. El entrenador en jefe de los Chargers vive la vida con intensidad, ya sea fuera o dentro del emparrillado. En su colección de imágenes abundan aquellas en la que calienta junto a sus quarterbacks como si él mismo fuera a lanzar los pases, o anima a los suyos con gestos y ademanes cuando de una jugada depende el destino del partido. La vitalidad que inyecta de manera constante a sus equipos acaso es una metáfora de lo que es, uno de esos coaches capaces de revivir lo que parecía perdido.

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Ya sea en el futbol americano profesional o en el colegial, el menor de los Harbaugh se ha ganado el mote de reconstructor; es decir, esa persona que llega a cambiarle la cultura a un equipo. Entre sus logros está el haberlo hecho con Stanford y Michigan, en la NCAA, y con los 49ers y los Chargers en la NFL.

Tras una larga carrera como quarterback, Harbaugh de inmediato supo que su sitio estaba a un costado de emparrillado. El nuevo coach comenzó a desarrollar sus habilidades como entrenador en jefe y tras un breve paso por equipos como los Raiders y la Universidad de San Diego, recibió la oportunidad de hacerse cargo de Stanford. Harbaugh batalló las primeras campañas, al culminar con récord negativo, pero a partir de la tercer todo cambió, con una marca de 8-5; aquel año fue la antesala de su mejor campaña en la cual registró un 12-1 que lo catapultó a la NFL.

Jim Harbaugh se quedó cerca de la gloria con San Francisco 49ers

Cuando Harbaugh llegó a San Francisco en el 2011, el equipo acumulaba ocho temporadas sin terminar con marca ganadora. El entrenador en jefe era consciente de eso, pero no le asustaba el reto. Su liderazgo le permitió darle rumbo a una franquicia histórica y en su primer año llevó a los gambusinos al juego de campeonato, donde cayeron con los Giants. Un año más tarde los llevó al Super Bowl, aunque desafortunadamente para su causa perdió ante los Ravens de su hermano John. Un año más tarde San Francisco volvió a llegar a la final de Conferencia, donde sucumbieron con los Seahawks. Aquella fue la última gran temporada de Jim con San Francisco, aunque su influencia y su capacidad de cambiarle la cara al equipo fue mucho más duradera.

Harbaugh ganó el campeonato con Michigan

Tras su paso por la NFL, Harbaugh decidió que su próximo destino estaba una vez más en el futbol americano colegial. Con Michigan como destino, el coach afrontó con valentía el reto de llegar a un programa histórico y de inmediato dio resultados. En los nueve años que dirigió, terminó con marca positiva en ocho y logró el campeonato en el 2023, tras culminar la campaña con récord invicto.

Jim Harbaugh hizo de los Chargers un equipo serio en la NFL

Pocas hazañas son tan poderosas como aquellas que van en contra de la historia. Harbaugh llegó a los Chargers y de inmediato logró quitarle la esencia de franquicia perdedora. En su primera campaña ya los llevó a los playoffs con al menos nueve victorias y logró encauzar el talento de su mariscal de campo Justin Herbert, al limitar sus errores con tan solo tres intercepciones.

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