23, diciembre 2024 - 17:10
Infarto le falló al destino que su familia le preparó
Aunque la tradición familiar indicaba que sería beisbolista, un joven originario de Torreón Coahuila decidió probar suerte en otro deporte, la lucha libre. Bajo una máscara negra con un corazón y un símbolo de un electrocardiograma, se esconde el rostro de un tímido gladiador que se hace llamar ‘Infarto’.
De papá y abuelo beisbolistas, Infarto encontró en el pancracio nacional la profesión que hoy le da un sustento económico, y sobre todo, plenitud. En entrevista con ESTO, el lagunero de 23 años confesó que en un inicio su sueño era triunfar en el diamante, sin embargo, el destino lo llevó a ser una estrella naciente en el Consejo Mundial de Lucha Libre.
“Es algo muy raro porque yo soy licenciado en Inclusión Educativa, lo que viene siendo profesor de educación especial y nadie de mi familia estudio esa carrera. Mi papá y mi abuelo jugaron beisbol, el deporte que me inculcaron fue el beisbol, mi sueño siempre fue ser beisbolista profesional, yo siempre le fui a los Diablos Rojos del México”, comentó Infarto, al tiempo que con una risa hizo una analogía de su arribo a la capital mexicana: “Terminé aquí en la ciudad de México, pero no con los Diablos, sino con el Consejo Mundial de Lucha Libre”.
Infarto jamás pensó en lo que terminaría una visita a la Plaza de Toros
Su amor por el deporte espectáculo inicio en su natal tierra lagunera, cuna de grandes figuras que han dejado huella en esta disciplina como el Último Guerreo, Blue Panther, Dr. Wagner Jr, Andrade, entre otros. Comenzó siendo un aficionado que jugaba con cuadriláteros y pequeños luchadores de plástico, hoy forma parte de la empresa más longeva en el mundo.
“Los planes y el destino lo decide Dios. Cuando mi papá y mi abuelo me llevaron a la Plaza de Toros pues siempre hacían funciones de lucha libre, como todo niño pues me compraban mi ring, mis luchadores, mi máscara, ahí inició mi afición”, agregó.
El inicio de su carrera en los encordados
Sus inicios arriba de los encordados comenzaron por casualidad, ya que fue su padre quien le aconsejó que buscará entrenar lucha libre para aprovechar su gran altura y peso, aunque al final se terminó convirtiendo en su profesión de tiempo completo.
“Siempre fui una persona alta y de complexión amplia, mi papá fue quien me dijo ‘tienes buen físico, porque no intentas ser luchador’, él me lo dijo como hobby, decidí entrenar, me gustó, se me dio, Dios me apoyó y lo demás ya la gente lo conoce”, añadió.
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Infarto es una de las jóvenes promesas del CMLL que buscan ganarse un puesto en las luchas estelares de la empresa. Actualmente es uno de los alumnos de la escuela de Volador Jr, uno de los grandes formadores de talento en la capital mexicana.