En el devenir de la vida, hay años que son buenos, pero otros que son memorables. El 2024 del clavadista Osmar Olvera sin lugar a dudas corresponde a la segunda opción. El mexicano consiguió todos y cada uno de los objetivos que se planteó en su lista de propósitos: regresar de París con dos medallas, ser campeón del mundo y consolidarse como el mejor deportista mexicano de la actualidad. 

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Aunque desde el inicio de año se sabía que Osmar Olvera estaba para cosas grandes en este 2024, el clavadista mexicano superó todas las expectativas. El talento y la mentalidad se cambiaron para conseguir resultados históricos. Pocas veces se había visto un deportistas tan joven y con tanta proyección. 

Osmar Olvera, doble medallista olímpico en París 2024

La fuerza de los Juegos Olímpicos impone un fenómeno curioso; es decir, la mayoría de recuerdos del año quedan marcados por lo que sucede en dicha competencia. Osmar Olvera sabía que el balance de su año dependía de lo que pudiera lograr en París 2024 y con esa mentalidad preparó la competencia. 

Osmar se consolidó como uno de los mejores clavadistas del mundo al ganar una medalla de plata en la prueba de trampolín 3 metros sincronizado, junto a Juan Celaya, además del bronce que logró en el trampolín 3 metros individual. Aunque el sueño del mexicano era vencer a los chinos, demostró que puede pelear por la medalla de oro en próximas ediciones, al acercarse de manera peligrosa a ellos. A su vuelta, Olvera retomó los entrenamientos para comenzar a preparar su participación en Los Ángeles 2028, donde buscará sumar nuevas preseas para acercarse a las cuatro que ganó el mítico Joaquín Capilla. 

“Fue una tranquilidad y una satisfacción enorme, primero el haber ganado en sincronizado, y después la medalla individual, fue algo muy bonito, y sin duda sentí mis hombros más ligeros, más que nada porque cumplí conmigo, con mis objetivos, cumplí con mi entrenadora, con todo mi equipo multidisciplinario, que también esperaban esas medallas, y sin duda con todo México, con todos los medios, que casi ya me ponían las medallas antes de tiempo, y haberlo podido darles esa alegría me llena de satisfacción, de no haber quedado mal”, dijo el mexicano unos días después de consagrarse como doble medallista olímpico.  

En el 2024, Olvera fue campeón mundial

El día de su competencia en la prueba de trampolín 1 metro individual, en el Campeonato Mundial de Doha 2024, Osmar Olvera le llamó a su papá y le dijo que ese era el día en el que se convertiría en campeón mundial. El clavadista cumplió su promesa y ganó la medalla de oro, la primera en su palmarés. Días más tarde ganaría el bronce en la prueba de 3 metros para llegar a cuatro medallas mundiales, un logro inédito en los clavados mexicanos. 

Lo conseguido alimentó el deseo de Osmar de replicar la hazaña, pero ahora en la prueba de 3 metros, la cual es olímpica y acapararía aún más los reflectores. El mexicano tendrá la oportunidad de hacerlo durante el próximo Campeonato Mundial, el cual se llevará a cabo en verano del 2025, en Singapur. 

“Se cumple un sueño el ser campeón olímpico, el escuchar el himno nacional, un sueño más cumplido, ahora quiero ser campeón mundial en tres metros, que es una prueba olímpica”, dijo el mexicano a su regreso.  

Habitual en el podio de ganadores

Además de lo hecho en París 2024 y el Campeonato Mundial de Doha, Osmar Olvera complementó su gran año con cinco medallas en la Serie Mundial de Clavados. El clavadista ganó cuatro platas y un bronce repartidos en los eventos disputados en Canadá, Alemania y China; dichas preseas le permitieron afinar detalles de cara a los Juegos Olímpicos. 

Premio Nacional de Deportes, la cereza del pastel para Osmar Olvera

El clavadista Osmar Olvera brilló con luz propia arriba del trampolín, pero también fuera de él. Su gran año fue reconocido con el Premio Nacional de Deportes, el máximo reconocimiento que otorga el estado mexicano en materia deportiva. 

Galardonado en la categoría de Deporte No Profesional, Osmar se mostró satisfecho con el reconocimiento, al asegurar que era un sueño cumplido. El premio lo condecoró como el mejor deportista mexicano de la actualidad y fue la cereza del pastel de un año memorable y que solo podría superarse en el 2028, cuando busque una vez más la gloria en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles. 

“Significa mucho (ganar el PND). La verdad que es uno de los reconocimientos más grandes a nivel nacional. El Premio Nacional de Deportes es algo que un atleta busca en su carrera. Y ganarlo a tan corta edad, es tachar una cosa más de todas las cosas que quiero lograr, de todas las metas que me he puesto alguna vez”, dijo Osmar, en entrevista con ESTO. 

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