La fidelidad a los Miami Dolphins en la Ciudad de México es infinita y se levanta temprano en domingo. Sus fanáticos lo demostraron una vez más para gozar de una fiesta navideña organizada por la franquicia.

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Aficionados con jerseys de Dan Marino, Tyreek Hill, Jason Taylor y Tua Tagovailoa aparecieron en el Foro Puebla de la capital para ver el duelo ante los Houston Texans. Poco importó que los Delfines tuvieran prácticamente nulas opciones de estat en los playoffs de la Conferencia Americana de la NFL, ellos se presentaron a la convocatoria con más fe que certeza en su equipo.

“Let’s go, Dolphins. Let’s go Dolphins”, exclamaron mientras hicieron fila desde las 8 de la mañana para ingresar al recinto, cuyas puertas abrieron a las 11.

Una vez adentro, familias con niños, alguno que otro solitario o grupos de amigos tuvieron la posibilidad de convivir con la mascota del equipo, TD, y las porristas que hicieron gala de su virtuosismo para animar a los seguidores del equipo de Florida, que se convirtieron en la Ciudad de México en una marea en aqua. Todo ante la compañía de un Santa Claus y un árbol de Navidad.

“Miren, les vamos a enseñar la coreografía para animar a los ‘Fins’: Primero hacen un círculo con la mano, después juntan sus palmas como si fueran aletas y las murve a la derecha e izquierda. Viene el aplauso y levantamos las manos”, indicó en una de ellas en perfecto español.

Vino la parte importante. El juego ante los Texans. Miami acostumbra a hacer sufrir a sus fieles, que necesitan esa dosis de paciencia y estoicismo para soportar irle a ese equipo. Cada partido suele ser un calvario para una escuadra que no acostumbra a pelear por el trofeo Vince Lombardi.

Pero ser fan de los Dolphins no conoce de malestares. Simplemente se observa al equipo y no se le para de animar. Tua Tagovailoa tuvo un día desastroso como mariscal de campo y cada una de las tres intercepciones. El silencio de desánimo rodeó a los festejados aficionados, quienes siempre encuentran alivio en que el futuro será mejor.

En cuanto se concretó la derrota para los Dolphins, volvieron a aparecer las porristas para regresar los corazones a una sensación mejor. Acompañaron una rifa de un casco, un jersey y un balón.

El cántico “Let’s go, Dolphins. Let’s go Dolphins” reapareció para olvidar la caída.

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Entonces, la felicidad y las sonrisas volvieron a los seguidores de Miami. Total, una derrota más nunca mermará a una de las afición que tiene más fidelidad que victorias esta temporada.