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Mira

12, diciembre 2024 - 21:56

┃ Eduardo Pigeón / ENVIADO

El Cuauhtémoc soprendió con un tifo de históricos americanistas

América pintó de amarillo el estadio Cuauhtémoc a través de una impresionante dinámica que combinó banderines, banderas y cuatro impresionantes tifos, uno de ellos que destacó por tener la leyenda “Grandes de Corazón” lema que Las Águilas han acuñado tras la obtención de los títulos del Apertura 2023 y Clausura 2024.

Con ocho futbolistas en total, los azulcremas combinaron diversas épocas de su historia que estuvieron marcadas por la gloria eterna, aunque no todos los aficionados lograron reconocer a las leyendas de Coapa que aparecieron en la manta.

El primero que resalta es Carlos Rreinoso, quien de la mano de los Azulcremas formó junto a Enrique Borja una explosiva dupla que derivó en una de las primeras épocas doradas del club con dos títulos de Liga levantados, por otra parte, el “Capitán Furia”, Alfredo Tena, uno de los defensas más icónicos de Coapa y que ganó junto a los azulcremas seis títulos del futbol mexicano, tuvo su homenaje de la mano del legendario jersey de la década de los ochentas

Asimismo, el máximo goleador del club no podía faltar y a pesar de que únicamente levantó dos copas. Luis Roberto Alves “Zague” logró grabarse con letras de oro en la historia del americanismo. Al igual que Hugo Sánchez que aunque llegó en el tramo final de su carrera el “Macho” llegó como una auténtica figura.

El último de las leyendas que contó con una aparición en el tifo fue Cuauhtémoc Blanco, figura que únicamente levantó un título de liga con el América. Pero su estilo de juego y picardía logró marcar a una generación entera.

También apareció un tifo a los jugadores actuales del América, en la final ante Rayados

En los iconos actuales, Henry Martín encabezó la manta acompañado de Álvaro Fidalgo y Luis Ángel Malagón, que juntos han logrado conquistar un Bicampeonato. Actualmente se encuentran en la búsqueda del primer Tricampeonato en la historia de los torneos cortos, algo inédito en la historia del futbol mexicano.

De esta forma, el inmueble de Puebla vivió una noche inolvidable, ya que además de disputar su primer final de Liga MX en 32 años. El Cuauhtémoc no se guardó nada y en ningún momento dejó de alentar al equipo azulcrema.

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