El campeón volvió a encontrar la forma de ganar un partido donde estaban perdidos, pero al final la calidad individual de Patrick Mahomes salvó a Kansas City.

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Los Chiefs prácticamente se aseguraron el primer lugar en la siembra de la Conferencia Americana al vencer, 19-17, a Los Ángeles Chargers en el domingo por la noche de la Semana 14.

Luego de una primera mitad sólida de los locales, que anotaron 13 puntos sin respuesta, el partido dio un giro radical en el complemento. La ofensiva de los Chargers, que había sido blanqueada en los dos primeros cuartos, despertó de la mano de Justin Herbert.

Sobre el final de la primera mitad, Herbert salió golpeado y estuvo cerca de abandonar el encuentro. Pero volvió y lo hizo en su mejor versión, con un envío de touchdown y un acarreo hasta la zona prometida del corredor Gus Edwards.

Ahora fue el ataque de Kansas City el que era incapaz de mover las cadenas. Tras un par de gol de campo por equipo, Mahomes tuvo en sus manos una nueva voltereta. Una más en la ya legendaria carrera del quarterback de los 500 millones de dólares y no falló.

Patrick comandó la serie ofensiva hasta la zona roja rival, de paso se agotó el tiempo en el reloj y le dio la oportunidad al pateador Matthew Wright de ganar el encuentro con una patada de corta distancia.

Fueron 31 yardas que enmudecieron el Arrowhead Stadium, el balón golpeó en uno de los postes eingresó a la zona prometida. Los silbantes lo dieron por bueno y todo el estadio explotó.

Ya son siete las victorias de forma consecutiva que Kansas City logra contra su rival divisional, quien suele complicarle, pero no les puede ganar.

Con este resultado, los Chiefs se colocan con registro de 12 triunfos y sólo una derrota, asentándose en lo más alto de la Conferencia Americana con dos juegos de ventaja con respecto a su principal perseguidor (Bills).

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