22, noviembre 2024 - 18:18
El aficionado de Atlas señaló que las autoridades solo demoraron el proceso / Foto: David Tamayo
El Clásico Tapatío del pasado jueves estuvo manchado por la violencia en las gradas, inclusive algunos aficionados fueron retirados del inmueble. Sin embargo, Gerardo Soria, un aficionado del Atlas narró a ESTO como un grupo de seguidores del Guadalajara lo apuñalaron en cuatro ocasiones y le perforaron el pulmón derecho cuando iba saliendo del recinto junto a su hijo de 16 años.
El seguidor de 42 años se encuentra internado en una clínica de la Perla Tapatía a espera de que los médicos descarten cualquier tipo de lesión grave para poder iniciar su recuperación en casa.
“Traigo perforado el pulmón del lado derecho, estoy internado en la Clinica 89 del IMSS, estoy en observación de 48 horas para ver cómo evoluciona. Me van a hacer una tipo punción para soltar el aire que hay en la zona del pulmón, si todo sale bien me darán de alta para continuar con reposo por dos semanas en mi domicilio”, mencionó al Diario de los Deportistas.
“Íbamos saliendo al pasillo de atrás de las tribunas, no íbamos cantando, ni gritando, solo íbamos caminando mi hijo y yo cuando de la porra de Chivas escuché el grito ‘ya chingaron a su madre’. Le tiraron un golpe a mi hijo, lo empezaron a jalar y lo agarre de la playera, como pude le cubrí la cabeza y comenzamos a recibir las agresiones”, agregó.
El aficionado de Atlas que terminó apuñalado quería proteger a su hijo
Gerardo relató como puso como prioridad el proteger a su hijo de los agresores, los cuales aseguro venían saliendo de la zona donde estaba ubicada la porra del equipo rojiblanco. Al momento en el que llegó la policía para auxiliarlos, se percató de las heridas en su espalda.
“Sentí un patadón en el codo, que iba dirigido a la cabeza de mi hijo, después solo sentí golpes y golpes y golpes. Pasaron yo creo que unos 30 segundos y llegó la policía, los retiraron de con nosotros, me paré y vi que había gotas de sangre, revisé a mi hijo y él no traía heridas, cuando me di la media vuelta mi hijo me djio que estaba sangrando”, aseveró.
Comentó que el personal médico del estadio no lo auxilió para suturarle las heridas, tan solo le colocaron un par de gasas y el mayor apoyo que le dieron fue abrirle paso en el estacionamiento para poder salir de forma más rápida. Le comentaron que si tenía algún tipo de servicio médico se atendiera por su cuenta, ya que tampoco lo podían trasladar en alguna de las ambulancias que estaban en el recinto.
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“Un policía dijo ‘trae cuatro piquetes de arma blanca’, le hablaron a los paramédicos y me llevaron a una enfermería en el estadio. Los policías solo me hicieron firma una hoja en blanco, a mí lo que me urgía era irme, para que me atendieran, solo me abrieron paso en el estacionamiento y me dijeron que me atendiera por mis medios”.