La carrera de Eli Manning en la NFL no solo es recordada por el hecho de haber ganado dos Super Bowls, sino por cómo lo hizo. El ex mariscal de campo de los Giants puede presumir el hecho de haber derrotado en par de ocasiones a los Patriots de Tom Brady, una historia digna de película. La hazaña, por sí sola, le vale para ser aspirante al Salón de la Fama en su primer año de elegibilidad, y en ese camino va.

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Numéricamente, la carrera de Eli Manning a lo largo de sus 16 temporadas no es nada del otro mundo.

En 234 inicios, el menor de los Manning registró una marca de 117 victorias por 117 derrotas. Lanzó 366 touchdown y 244 intercepciones, números lejos de un quarterback verdaderamente confiable.

La percepción del mariscal de campo, sin embargo, cambió en el momento en el que lanzó un desafío a la lógica. Tras negarse a jugar en los Chargers, equipo al que llegó como la primera selección del draft del 2004. Manning arribó a los Giants y ahí cumplió el sueño de convertirse en un quarterback franquicia.

En sus 16 temporadas en la NFL. El menor de los Manning logró clasificar a la postemporada en seis ocasiones y escribió una historia difícil de creer, al ganar los dos Super Bowls que jugó.

La verdadera clave de su leyenda no se encuentra en el hecho de no haber perdido, sino a quién le ganó. Era la temporada 2007 y los Giants enfrentaban a los Patriots en el Super Bowl. Nueva York llegaba como una clara víctima al enfrentar a un equipo con récord invicto y en realidad las esperanzas eran mínimas.

Eso le importó poco a Manning y comandó una de las victorias más recordadas en la historia de la NFL. El quarterback se impuso 17-14 al lanzar dos pases de touchdown en el último cuarto. También protagonizó jugadas milagrosas que le valieron ser reconocido como el MVP de aquel encuentro.

En el 2011, el destino volvió a poner a los Patriots de Tom Brady en su camino y el mejor de los Manning repitió la dosis. No hubo revancha del GOAT, sino todo lo contrario, los Giants se coronaron con un cerrado 21-17. A pesar de que Manning solo lanzó un pase de touchdown, su actuación una vez más fue determinante.

El par de hazañas ante el considerado mejor de todos los tiempos le ha valido para ingresar entre los 25 semifinalistas al Salón de la Fama en su primer año de elegibilidad. Su leyenda reclama una nueva hazaña, pero eso el tiempo lo dirá.

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