En el mundo de la Gran Carpa, hay beisbolistas que batean y otros que pitchean. Muy de vez en cuando, sin embargo, aparece alguno que hace las dos labores con igual eficacia, entonces el clamor general advierte el surgimiento de una súper estrella. El japonés Shohei Ohtani supone un milagro parecido, a sus 30 años, domina el arte de pararse sobre el montículo y engañar a los peloteros con sus lances endiablados, pero también es capaz de pararse ahí, donde nace el diamante, para volarse la barda.

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Esta dualidad lo convirtió en uno de los grandes fenómenos de las Grandes Ligas. El japonés firmó en diciembre pasado un contrato por 700 millones de dólares con los Dodgers, una cifra récord que va acorde a su impacto dentro del diamante, pero sobre todo, a las posibilidades que ofrece de cara al futuro.

La historia de Ohtani en las Grandes Ligas comenzó en el 2018, año en el que firmó contrato con los Angels de Los Ángeles. El pelotero llegó a los Estados Unidos después de haber brillado en el beisbol profesional de su país.

A pesar de que Ohtani anunció en 2012 su intención de unirse a un equipo de Grandes Ligas a temprana edad, decidió probar suerte en Japón. La decisión, a la postre, lo convertirá en todo un ídolo local, al jugar para los Hokkaido Nippon-Ham Fighters. Desde entonces ya daba algunas muestras de lo completo que era para entender el juego al ser utilizado como pitcher y como jardinero, además de su talento para batear.

SHOHEI OHTANI CAUTIVÓ DESDE SU TEMPORADA DE NOVATO

Consolidado como figura, el japonés llegó en el 2018 a los Estados Unidos para jugar con los Angels de Los Ángeles. Ohtani deslumbró desde el principio al ser elegido como novato del año, en una doble labor que registró un promedio de bateo de .285, 22 jonrones y 61 carreras impulsadas. Arriba del montículo, el japonés firmó un debut de 10 aperturas, con cuatro victorias y dos derrotas.

El brillo de Ohtani en aquellas primeras campañas solo se vio empañado por las lesiones en su brazo El japonés superó con éxito la operación llamada Tommy John para reparar sus ligamentos, nada había cambiado en sus lanzamientos, mucho menos su velocidad, un preciado para todo pitcher.

Ohtani se consolidó como un fenómeno al paso de los años, sobre todo en sus últimas cuatro campañas, tres con los Angels y una, la actual, con los Dodgers. El japonés registró 46 cuadrangulares en el 2021, 34 en el 2022, 44 en el 2023 y 54 en el 2024. En el montículo, mientras tanto, tuvo su explosión en el 2022 y 2023, al sumar 15 y 10 victorias en 28 y 23 aperturas, respectivamente. En la presente temporada, el japonés se ha mantenido al margen en su labor de abridor, al recuperarse de una cirugía, pero todo indica que en el 2025 volverá a jugar a dos bandas, para maravillar a los aficionados de los Dodgers.

Maestro del engaño, Ohtani no solo lanza y batea, sino que también es conocido por robarse bases a diestra y siniestra. En sus siete temporadas, se ha robado 145 bases, con las 59 de esta temporada como su registro más elevado.

OHTANI, UN FENÓMENO FUERA DEL DIAMANTE

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Ohtani no solo es un fenómeno en el diamante, sino también fuera de él. Según reportes, el japonés ingresa al año alrededor de 50 millones de dólares por concepto de patrocinios. En su prolífica carrera rondó la sombra de un escándalo de apuestas, pero la culpa recayó en su traductor y el beisbolista quedó absuelto, luego de que las autoridades lo consideraran víctima de fraude. Él es Shohei Ohtani, el japonés que buscará llevar a los Dodgers a una nueva corona.