Puebla.- El estadio Cuauhtémoc lució pletórico, como hace mucho tiempo no se observaba y estuvo pintado de blanco y azul, aunque no precisamente por los colores poblanos. La afición de Cruz Azul fue la encargada de meter casi 35 mil aficionados en la Angelópolis. Hicieron una gran entrada y casi juntaron la misma cantidad (el 65%) que había metido La Franja en sus últimos siete partidos de local.

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El buen momento cementero, el liderato absoluto, la mejor ofensiva hizo que de distintas partes llegaran al recinto poblano. Por cada parte donde se viera. Una playera de La Máquina estaba presente, los del camotero fueron minoría y aunque utilizan los mismos tonos en su uniforme.

El escudo celeste era el que brillaba por doquier. El “Azul, Azul” se escuchó por varios lapsos del partido lo que demostró que la afición cementera no sólo hace buenas entradas como local si no que también logra llenar otras plazas de México.

En el partido de la jornada 12 entre celestes y enfranjados se registró una entrada de 34,978 aficionados, la mayor establecida en lo que va del torneo. Y que podría igualarse la próxima semana cuando Chivas visite al equipo dirigido por José Manuel de la Torre.

En siete jornadas en total, incluido el partido adelantado de la fecha 16. Puebla registró una asistencia total de 57,150 aficionados, con un promedio de un poco más de ocho mil por partido.

El aforo más grande fue en la fecha cuatro ante Atlas, con casi 10,500 asistentes. Mientras que el más bajo fue en el duelo contra Juárez, donde apenas juntaron un poco más de cinco mil aficionados. la cual es la peor entrada en la historia del inmueble.

El Cuauhtémoc se pintó completamente de celeste. Sus gradas lucieron casi llenas y todo fue gracias a la afición de Cruz Azul que una vez más no dejo solo a su equipo, ni siquiera se visita.

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