Cuando Lionel Messi juega, las cosas suelen parecer más sencillas de lo que realmente son. El astro argentino volvió a jugar en su tierra después de casi un año y a modo de compensación, por la ausencia, le regaló a su gente un partido redondo en el que comandó la goleada 6-0 ante Bolivia con tres goles y dos asistencias. El público, en el Monumental, terminó alabando al ídolo, su fuente inagotable de la felicidad.

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El marcador refleja el paseo que Argentina se dio en el Más Monumental. Esta vez no hubo atasco para la albiceleste, que muy pronto encaminó el trámite del encuentro. El cuadro boliviano, lejos de su fortaleza en las nubes, se vio incapaz de frenar la avalancha que les venía y errores infantiles complicaron aún más su panorama. Apenas al minuto 19, Messi quedó demasiado solo y en el mano a mano liquidó al arquero, con un disparo raso y colocado.

El tanto del 10 animó la noche y fue cuestión de tiempo para que cayera la goleada. Con nula resistencia, al minuto 43, Messi habilitó a Lautaro Martínez, quien definió con el marco vacío. Tres minutos más tarde, en una pelota a balón parada, otra vez Lionel sirvió un balón como con la mano para que Julián Álvarez pusiera el tercero.

Lionel Messi entrega un partido histórico ante Bolivia que corona con un hat-trick

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La campeona del mundo parecía conformarse con la cosecha, pero quiso regalarle una noche memorable a su gente y retomó su paso demoledor. Al minuto 69, en una buena jugada, Molina tiró la diagonal retrasada a la llegada de Thiago Almada, quien definió de primera.

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Ya en la recta final, cuando Bolivia pensaba que nada podía ir peor, Messi recordó su instinto asesino y en la frontal del área se quitó la marca y definió de derecha, pegada al palo del arquero. A uno del hat-trick, el capitán volvió a tirar la diagonal hacia el centro y esta vez la mandó a guardar con la zurda, un gol imposible para el arquero. La noche fue redonda para el 10, al participar en cinco de los seis goles de su selección.