En sus últimos tres enfrentamientos, Lions y Seahawks se han combinado para sumar al menos 60 puntos en cada uno de ellos. Conscientes de que hay tradiciones que se tienen que respetar, este lunes por la noche no fallaron en los pronósticos y ofrecieron un espectáculo digno de lo que supone el horario estelar, con un vibrante 42-29 en favor de Detroit.

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Los Lions salieron como favoritos ante su gente y así se comportaron. El equipo de Dan Campbell podrá ser demasiado atrevido por momentos, lo cierto es que cada vez tiene más confianza en lo que hace. El duelo ante los Seahawks supuso un manual de lo que son: un equipo que cuando corre el balón con fiereza y el mariscal de campo limita errores resulta prácticamente imparable.

Jared Goff tuvo una actuación impecable con los Detroit Lions

Esta noche, Jared Goff no solo limitó errores, sino que ofreció un juego prácticamente perfecto. El quarterback completó 18 de sus 18 envíos para un total de 292 yardas y dos pases de touchdown, uno a Jameson Williams, de 70 yardas, y uno más a St Brown. El veterano, incluso, se dio el lujo de sumar a su historial una anotación al recibir un pase de St. Brown en una jugada sorpresa.

La actuación del ataque terrestre de Detroit también fue destacada, con esa dupla protagonizada por David Montgomery y Jahmyr Gibbs. El primero registró 40 yardas y un touchdown, mientras que el segundo registró 78 yardas y dos anotaciones.

A pesar de la gran actuación de los Lions, los Seahawks no se achicaron y mostraron esa aura combativa que les caracteriza. Geno Smith lanzó para 395 yardas y un touchdown, aunque fue el corredor Kenneth Walker la verdadera figura de la noche para los Seahawks, con tres touchdowns terrestres y 106 yardas totales.

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Los Seahawks pelearon hasta el final, incluso en los últimos minutos llegaron en par de ocasiones a la zona roja, pero no pudieron sacar puntos. Una intercepción cerró la victoria para Detroit.