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Fecha

26, septiembre 2024 - 10:40

┃ Juan Antonio Dávalos

Los Avispones de Chilpancingo fueron interceptados en 2014 y atacados en Iguala / Foto: @AvisponesOff

Los Avispones de Chilpancingo fueron interceptados en 2014 y atacados en Iguala / Foto: @AvisponesOff

El festejo por haber iniciado el torneo con una victoria ante las Iguanas de Iguala fue eufórico; los jugadores y cuerpo técnico de los Avispones de Chilpancingo nunca se maginaron que la celebración, horas más tarde, se convertiría en llanto y tragedia, cuando una lluvia de balas impactó el camión que los trasladaba de regreso a la capital guerrerense.

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El camino trágico inició cuando los jugadores y cuerpo técnico subieron al transporte de retorno a casa; Víctor Lugo, chofer del autobús, puso una película para que los integrantes del equipo se relajaran.

El largo traslado y el triunfo de 3-1 ante el rival dentro de tercera división del futbol mexicano dejó exhaustos a los futbolistas. Muchos prefirieron dormir. El técnico Pedro Rentería fue informado que había balaceras en Iguala, por ello, tomó la decisión de no cenar y dirigirse directamente a Chilpancingo.

Era un viernes 26 de septiembre de 2014 cuando se presentó la tragedia. Miembros de la organización criminal “Guerreros Unidos” y policías a su servicio balacearon el transporte; estos mismos participaron en la desaparición de los 43 estudiantes de la normal rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa.

De acuerdo a versión de los jugadores, los emboscaron en el cruce a Santa Teresa, muy cerca de Iguala. Un grupo de policías y personas encapuchadas, sin mediar palabra, empezaron a disparar.

¿Qué le pasó a los Avispones de Chilpancingo durante la noche de Ayotzinapa?

Jorge León, auxiliar técnico, recuerda que le dijo a los atacantes que en el camión había un equipo de futbol integrado por jóvenes “uno de los agresores se acercó al camión, yo fui hacia la puerta y traté de controlarme; recientemente un amigo que es policía federal me había explicado que en una situación de riesgo nunca debe contradecirse a los agresores porque ellos responderán con un ataque. Me dijo abre la puerta y le dije “sí pero está atorada; somos un equipo de futbol, vienen niños”, comentó en entrevista para El Sol de Acapulco.

“Esa persona era un policía y pienso que federal, por su complexión, su masa muscular y su forma de conducirse. Además de que yo vi las torretas y sé que eran patrullas. Otro de los agresores se acercó y le dijo: Éstos no son, ya la cagamos ¿y ahora qué hacemos? Entonces la respuesta fue: Hay que matarlos porque no queremos testigos”, recordó.

Para ese momento ya había carros parados en ambos sentidos de la carretera y al parecer eso fue lo que los detuvo de asesinarlos.

Versiones señalan que alguien confundió el camión del equipo con un transporte de los normalistas y que, por ello, ocurrió la agresión. El chofer, Víctor Lugo, perdió la vida, al igual que David Josué García Evangelista, “El Zurdito”, jugador de 15 años de edad.

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Los jugadores y cuerpo técnico de los Avispones de Chilpancigo fueron las otras víctimas de la noche de Ayotzinapa el 26 de septiembre de 2014.