Con la tecnología de Google Traductor

Mira

17, septiembre 2024 - 15:08

┃ Yael Rueda

Liverpool concretó la remontada ante el Milan / Foto: Reuters

Cuando el Liverpool tiene enfrente al Milan, suele evocar el espíritu de Steven Gerard, Vladimir Smicer o Xabi Alonso; aquellos héroes que en el 2005 protagonizaron una remontada en la final de la Champions League conocida como el Milagro de Estambul.

Tal vez te interese: Del Milán al Liverpool: Los equipos grandes a los que Guillermo Ochoa nunca llegó

Esta noche en la vieja Milán, los rossoneros se fueron al frente, pero poco a poco se desinflaron y terminaron goleados ante los Reds en el inicio de la máxima copa continental bajo su nuevo formato.

Apenas habían pasado 180 segundos en el terreno de juego cuando Christian Pulisic apareció. El Capitán América entró al área desde el costado derecho, y aunque sus compañeros tenían buena posición para rematar a gol, decidió sacar el remate que se coló en la red.

A pesar del gol de vestidor, los Reds no se rindieron. La llegada con la que respondieron salió de los botines de Mohamed Salah. El egipcio sacó un remate potente que reventó el travesaño y ahogó el grito de gol, no así las aspiraciones de los ingleses.

Los festejos llegaron gracias a la táctica fija. Desde el tiro de esquina, el Liverpool encontró la llave para la remontada.

Primero apareció Ibrahima Konaté. El zaguero se elevó cuanto pudo y superó a la defensa de Il Diavolo. Su cabezazo fue tan potente que superó incluso la salida de Maignan, quien se siguió de largo en el intento por cortar el centro.

Posteriormente, Virgil Van Dijk hizo lo propio, también con un testarazo desde el tiro de esquina para asegurar la remontada.

El complemento parecería un trámite, pero el Milan intentó luchar de tú a tú hasta donde fue posible. Todavía se vieron condicionados más por la lesión de Maignan, quien dejó su lugar para el joven Lorenzo Torriani.

¡Ya tenemos canal de WhatsApp! Síguenos, activa la campanita y recibe las noticias deportivas

Justo en un contragolpe fue cuando el Liverpool sentenció las hostilidades. El balón en profundidad fue recibido de manera perfecta por Gakpo. Por la banda izquierda alcanzó a meter la diagonal de la muerte y Szoboszlai la mandó a guardar, puso el pie para empujar la redonda y sentenció así el partido.

No hubo más en el San Siro, Liverpool se queda con sus primeros tres puntos en la UEFA Champions League.