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14, septiembre 2024 - 8:59

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Místico hizo valer la localía en el 91 aniversario del CMLL / Foto: Cortesía @CMLL

Místico siguió poniendo el nombre de México en alto, luego de vencer a Chris Jericho en el aniversario 91 del CMLL que fue espectacular y vibrante de inicio a fin.

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La canción “Judas” se escuchaba en la Arena México. La música, esa que es la primera cara de cualquier luchador, sonaba para presentar a Chris Jericho, el cual sonriente subía al ring, disfrutando del momento histórico que estaba viviendo. La afición se le volcaba al norteamericano, con aplausos y gritos a su favor. La primera de tres caídas eran para él, quien derrotaba con facilidad a Místico.

En el segundo capítulo todo se emparejaba. Sin embargo el cariño con el que habían recibido al norteamericano se convertía en abucheos, pues la afición apoyaba al nacido en Tepito, quien procuraba llevar la lucha al estilo aéreo, el cual le beneficiaba. El Rey de Plata y Oro sacaba del ring a su rival, intentaba un tope y Jericho se quitaba, lastimando al mexicano, el cual apenas se podía levantar después del duro golpe, pero lo lograba.

La lucha volvía a ser a ras de lona, porque era el mejor terreno de Jericho, quien volteaba seguido a las gradas recordando sus épocas de los años 90, cuando conquistaba con su juventud y talento la lucha libre mexicana llamándose Corazón de León. El norteamericano no lograba rendir al nacional, comenzaba a desesperarse y atacaba más duro, pero menos preciso.

La afición terminó por entregarse a Místico

La afición coreaba a Místico, deseaba la victoria de su compatriota que sufría que se cansaba y tambaleaba para subir a las cuerdas y, apenas llegaba a la cima, se lanzaba sobre su rival el cual lo esperaba con rodillazos en su espalda.

Así continuaba la lucha con ambos gladiadores agotados, mostrando sus mejores llaves y enamorando a aquel público que venía a ver los dos ídolos de la infancia, como muchos se referían a ellos a las afueras del recinto.

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Ni la mística bastaba para rendir al norteamericano que se aferraba a seguir en competencia. En un segundo intento, Místico volvía a intentar aplicar su famosa llave y en esta ocasión funcionaba, por fin lograba rendir a su rival. Así Místico se llevaba la victoria para México.

La apuesta de máscaras calentó todo para el combate estelar

Euforia perdió su máscara y con llanto, acompañado de sus hijos, reconoció a su “verdugo” Hechicero como el ganador del 91 aniversario del CMLL

El cuadrangular arrancó, el nervio de los cuatro gladiadores (Esfinge, Valiente, Euforia y Hechicero) era notorio, pues uno de ellos saldría de la Arena México sin su incógnita, es decir sin los más preciado que el luchador pueda tener. En las gradas todo era bullicio, gritos, alegría y por momentos nervios.

“Esto es lucha” ese canto de alabanza que suena cada que al fanático le gusta una lucha en las arenas, sonaba por toda la México apenas con los primeros golpes y llaves que los gladiadores hacían. El final era suicida pues los dos que ganaran del cuadrangular se enfrentarían en un mano a mano para que el perdedor diera a conocer su rostro. Hechicero con maestría venció a Valiente y Euforia con rudeza a Esfinge, así los dos victoriosos estaban a una caída, un error o a solo tres segundos de dar a conocer al mundo su rostro, aquel que por años habían cubierto.

El favorito de la noche era Hechicero, quien recibía ovaciones a cada movimiento que hacía. Con su elegancia luchística buscaba rendir a su rival, el cual buscaba la victoria con rudeza, por momentos excesiva.

Las máscaras estaban rotas después de la batalla tan feroz, ahora el ambiente en el público era más tenso, con el nervio respirando en cada uno de los asistentes.

Euforia entregó todo, pero no evitó perder su máscara

Los tres segundos de la espalda plana eran eternos para unos y cortos para otros, el cántico de esto es lucha unificaba a los aficionados de ambos bandos.

Los celulares filmaban el momento de la gloria, todos querían el recuerdo de ver cómo sería que uno de los dos saliera triunfador. En las calles previo al duelo, el ambiente era de fiesta, algunos coreando el nombre de su luchador favorito y otros en familia le mostraban a sus hijos la bella pasión del deporte enmascarado.

En el ring Euforia estaba a nada de rendir a su rival, la aplicaba una llave que parecía letal, pero Hechicero lograba alcanzar la cuerda y salvar su tapa.

Parecía que la lucha nunca acabaría, diversos toques de espalda y llaves de rendición para ambos y esto no tenía fin. Ambos tambaleaban, el esfuerzo físico era sublime y la gente seguía coreando a Hechicero.

El favorito de la gente ponía a su rival a su merced con una llave de rendición. El réferi le preguntaba si se rendía, Euforia respondía que no con su cara, Hechicero apretaba la llave y por fin rindió a su rival.

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Soberano Jr. Entró a ver su papá, (Euforia) el cual estaba lastimado, se puso de pie agradeció a todos y llorando se quitó y entregó la máscara a su vencedor. Así conocimos el rostro de José Leonardo Moreno León, quien le dio vida a Euforia.

POR DAVID BARRERA SALINAS