Apenas el miércoles pasado la organización de los Diablos Rojos del México festejó la conquista del título 17 con una gran fiesta en el estadio Alfredo Harp Helú a lado de sus aficionados, sin embargo, eso ya es cosa del pasado y si bien deben de disfrutar el logro, ahora ya piensan en obtener el título 18 de la Liga Mexicana de Beisbol.

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Si bien el mánager Lorenzo Bundy fue una de las piezas importantes para que la Pandilla Escarlata se adjudicara la Copa Zaachila, es consciente que requiere de un roster competitivo para refrendar lo hecho en la pelota caliente nacional.

De tal manera que el manejador estadunidense espera que la directiva de los Pingos pueda conformarle una escuadra de alto nivel, donde la continuidad de Trevor Bauer y Robinson Canó serían esenciales.

“La directiva ya dijo que después de esta celebración se inicia el trabajo para conseguir la Misión 18. Yo no tengo dudas que la directiva con Don Alfredo Harp y Santiago Harp junto con la oficina del equipo con Jorge (del Valle, Vicepresidente Deportivo) y Miguel (Ojeda, Gerente Deportivo) se va a tener un muy buen equipo para 2025”, expresó Bundy, quien presume ser campeón con la organización capitalina tanto en su época como jugador en 1985, 1987 y 1988, y ahora como entrenador en 2024.

Lorenzo Bundy presume sus resultados en la temporada con Diablos Rojos

Lorenzo Bundy presumió lo realizado por sus pupilos a lo largo de la campaña que recién terminó. Dominaron la Zona Sur y coronaron el esfuerzo con un buen trabajo en playoffs, incluida la barrida en la Serie del Rey frente a Sultanes de Monterrey

“Cuando me presentaron sabíamos que íbamos a tener un buen equipo, pero cuando empezamos a ver los nombres de los peloteros. Al comenzar las prácticas vimos que era un equipo muy bueno, y eso fue antes de que llegara Robinson Canó y Trevor Bauer. Así que cuando llegaron ellos se empezó a formar una familia, se tuvo una química muy importante y con eso seguimos adelante y los muchachos nunca se cansaron de ganar”.

Destaco que “fueron 71 triunfos en la temporada y 16 en los playoffs, 87 victorias y solo se perdieron 23, casi jugando béisbol de .800, es algo que normalmente no pasa”, números que todavía hicieron más valioso este título de El México, que desde el 2014 no conseguía el trofeo.

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Ahora la tarea de Lorenzo Bundy es conformar a unos Diablos Rojos de época, que no sea cosa de un simple campeonato. “Los niños de los 80, cuando ganamos campeonatos en esa década, son los papás de ahora, es gente que trae a sus niños para disfrutar del beisbol, para disfrutar a los Diablos Rojos del México y ojalá que nosotros podamos poner grandes equipos en el terreno para que los aficionados puedan disfrutar y ya cuando esos niños crezcan, van a poder traer a sus hijos también al estadio”.