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11, septiembre 2024 - 21:14

┃ Karen Morán / ENVIADA

Las pelotas del Guadalajara Open 2024 se convierten en basura. Foto: David Tamayo

Zapopan, Jalisco.- Jugar tenis, desde la perspectiva que se le mire, es complejo. El deporte blanco tiene reglas tajantes tanto para el que lo practica como para el que lo ve desde las gradas. Y una de ellas es el uso de las pelotas, pues a lo largo de todo el juego se tienen que ir cambiando.

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“Las pelotas se cambian en un principio cada siete juegos y después es cada nueve. Cada siete al principio porque cuenta el calentamiento”, explica a ESTO Socorro “Cuquita” González, jefa del servicio a cancha del Guadalajara Open.

“Se cambian porque se va perdiendo la presión, se van haciendo más suavecitas y el pelo se les esponja un poco más. Entonces se cambian para que mantengan la calidad”, agregó.

Lo anterior por supuesto requiere una gran cantidad de pelotas por partido. Que a su vez se traducen en miles para el final del torneo, en el caso del Guadalajara Open, a la hora de hacer un par de cálculos se arrojan los siguientes números.

“En un partido, si nos vamos al máximo de juegos que sería la muerte súbita en los tres sets serían 39 pelotas. Nosotros contamos para todo el torneo con 45 cajas de pelotas, cada caja tiene 24 botes y así vez cada uno tiene tres pelotas. La cantidad máxima que se usaría en el torneo. Que es algo imposible pero que se vayan todos los sets a muerte súbita hasta el tercero. Serían 3 mil 240 pelotas ”, explicó.

La cantidad usada en el Guadalajara Open no se compara ni de cerca con las más de 50 mil bolas que se utilizan para un Grand Slam. Sin embargo es una cantidad importante.

Sobre otros insumos como las toallas y los plátanos es difícil calcular la cantidad que se requiere. Pues si bien se coloca la misma cantidad cada partido, no siempre las tenistas los toman.

“Nosotros ponemos dos plátanos por jugadora y a veces se consumen y a veces no porque ellas cargan sus propios plátanos. En los partidos muy largos los consumen más y en los cortos no, hay veces que se quedan los plátanos todo el día”, contó.

“Las toallas se usan cuatro toallas por jugadora. Pero en la silla del juez quedan otras 6 y es muy variable”, agregó.

Las pelotas de tenis se convierten en contaminación

Una vez que las pelotas fueron usadas en el juego prácticamente son desechables. Pues si bien algunas se convierten en donaciones a escuelas de tenis, la realidad es que les queda muy poco tiempo de uso.

“Nosotros tenemos en bodega pelotas que hemos ido guardando de diferentes torneos. Ya no son buenas para el juego y entonces muchas veces son donadas para alguna escuela o algo. La cosa es que como son pelotas de presión pierden su bote muy fácilmente, digamos que en 15 días ya casi no botan”, señaló Cuquita.

Este fenómeno no es propio del Guadalajara Open, pues en todo el mundo a lo largo del año se desechan millones de pelotas de tenis. Las cuales, si tienen suerte, son recicladas.

Se estima que en un año se fabrican alrededor de 325 millones de pelotas en todo el mundo. Mismas que son desechadas después de un par de días de uso. Todas están fabricadas de caucho y fieltro, por lo que su descomposición es de casi 500 años. Lo anterior genera alrededor de mil toneladas de basura.

Al respecto, compañías como Wilson han intentado mitigar el daño con la fabricación de pelotas menos contaminantes, sin embargo el problema continúa. El reciclaje también es una alternativa, pues algunas de las pelotas desechadas son reutilizadas. Pero de nueva cuenta no es suficiente, pues la recolección no llega ni al 50% de las pelotas utilizadas en un año.

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