El triunfo ante Nueva Zelanda y el empate ante Canadá dejaron conformes a los aficionados. La vuelta del la Selección Mexicana a la CDMX fue distinta a otras ocasiones. Hubo aficionados listos para ver a sus ídolos volver a sus equipos tras la recién finalizada fecha FIFA.

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En el vuelo comercial en el que retornaron los futbolistas de América, Pumas, Cruz Azul y Toluca, la gente pudo convivir con los seleccionados y les mostraron su apoyo total de cara al futuro inmediato.

¿Por qué Javier Aguirre y Rafa Márquez no aparecieron con los aficionados?

Javier Aguirre, Rafael Márquez y el resto del cuerpo técnico también arribaron, la diferencia fue que el Vasco y el Káiser zamorano decidieron salir por una puerta alterna, la idea no era hacerle el feo a la gente, pero quisieron tener un arribo más tranquilo luego de las horas de vuelo desde Dallas.

Los jugadores se hicieron esperar. A lo lejos, las chamarras verdes y los tenis fosforescentes se notaron. Los aficionados que se dieron cita estaban impacientes por tener un segundo con sus ídolos o incluso sacarse una fotografía con ellos.

“Ahí está Henry, ahí está Henry”, se escuchó desde un pequeño, con su balón del América en espera del goleador mexicano. “Yo prefiero mi foto con el Chino Huerta y el Memote”, respondió otro mientras esperaba a los referentes nacionales que militan en los Pumas de la UNAM.

Luego de unos cuantos minutos, el primero en salir fue Luis Romo. El contención de Cruz Azul fue abrumado por varios aficionados con su playera verde y con peticiones concretas como “regálame una foto, Romo”. Incluso, un aficionado americanista apareció en el horizonte y sin importar que el cementero fue pieza clave en el triunfo de hace un par de semanas, le pidió una imagen para el recuerdo. El volante no tuvo problemas y después de atender a todos, se retiró de inmediato.

¿Por qué Alex Padilla vino al país con la Selección Mexicana?

Álex Padilla fue otro de los que llegó. El portero del Athletic de Bilbao tenía que esperar su vuelo, por la tarde, para dirigirse a España y por eso hizo la escala hasta la Ciudad de México. Fue poco reconocido y solamente algunos le pidieron su autógrafo.

De un momento a otro, los jugadores comenzaron a salir. Jesús Gallardo de Toluca y los cementeros Carlos Rodríguez y Érik Lira apretaron el paso mientras los seguidores se les abalanzaban con buenos deseos. “Charly, Charly”, se escuchó, el mediocampista se detuvo para las fotos, mientras Lira quiso escapar sin éxito. Mismo caso que el Diablo, quien se rindió ante las féminas y sus peticiones.

El escándalo comenzó cuando Israel Reyes y Henry Martín se dejaron ver. Todos los reflectores se fueron con el delantero, pero Isra poco pudo hacer cuando algunos se le acercaron. Ambos sonrieron, aunque el defensor fue el que más rápido terminó con sus seguidores, mientras la Bomba yucateca estuvo cerca de 10 minutos entre fotografías y firmas.

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Cuando todo parecía tranquilizarse, fueron los Pumas los que levantaron a los presentes. “Chino, Chino, por favor, una foto”, le dijeron a un César Huerta sonriente. “Memote, Memote, por acá”, aclamaron al delantero auriazul.

Para colmo, Luis Ángel Malagón salió atrás de ellos y toda la terminal aérea fue por el arquero americanista. “¿Te puedo dar un abrazo?” le preguntó un infante a Mala, a lo que el futbolista aceptó. No sin antes escuchar a un seguidor “el sábado le tenemos que ganar a Chivas, Malagón”, la sonrisa del futbolista fue clara y dijo “claro que sí”.

La marea de aficionados se calmó cuando los futbolistas desaparecieron del lugar. Toni Amor, Pol Lorente, Joseba Ituarte, Carlos Pecanha y José Luis Serrano, salieron sin que nadie los molestara.

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Así fue la llegada del Tricolor, con un amor incondicional de sus seguidores, algo que también retornó con Javier Aguirre en el banquillo. Será hasta el próximo mes cuando el equipo de todos vuelva a jugar.