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27, agosto 2024 - 6:00

┃ Karen Morán

Juan Celaya tuvo que pasar por momentos difíciles para subirse al podio en París 2024. Foto: Oswaldo Figueroa

Juan Celaya recuerda perfectamente el momento. Fue en 2009, después de ganar tres medallas de oro en el Campeonato Panamericano Junior, cuando pensó “ok, a lo mejor y esto sí es para mí”, y decidió que los clavados serían su vida, con el único objetivo de subirse al podio en unos Juegos Olímpicos. 15 años después, el sueño se hizo realidad. 

Sin embargo, de ese momento a la fecha, el anhelo de Juan se vio frustrado en más de una ocasión. En Tokio 2020 se quedó en la antesala del podio al finalizar en cuarto lugar junto a Yahel Castillo, y rumbo a París 2024 casi se queda sin su segunda justa, pues el clico olímpico no resultó para nada satisfactorio.

“Mi momento más frustrante en estos tres años fue el no clasificar a ningún evento importante; Juegos Centroamericanos, Panamericanos, ningún evento olímpico en Campeonatos del Mundo, quedarme muy cerca de la medalla en un metro en Fukuoka, eso fue como lo más frustrante, fue como de ‘no voy a llegar, no va a pasar”, confesó Juan Celaya a ESTO. 

Juan Celaya dejó Monterrey para venir a la Ciudad de México a entrenar con Ma Jin

La falta de resultados llevó a Juan a tomar una de las decisiones más complicadas en su vida, dejar de nuevo su hogar para encaminarse a una nueva aventura, la cual se sabe, terminó con un final feliz junto a Osmar Olvera y la entrenadora de clavados Ma Jin.

“Mi momento más triste fue cuando me tuve que volver a irme de mi casa, cuando tomé esa decisión de salirme de nuevo y volver a buscarme, a encontrar al Juan Celaya que quería ir a unos Juegos Olímpicos, que quería tres Juegos Olímpicos, ese fue mi momento más triste”, contó. 

Dejar Monterrey para venir a la Ciudad de México y unirse al equipo de Ma Jin resultó la mejor decisión que Celaya pudo tomar, pues más allá del resultado final tras sustituir a Rodrigo Diego por su lesión, el crecimiento que ha mostrado junto a la entrenadora china y todo su equipo ha sido impresionante. Pues ahora ya ve los clavados de otra manera. 

Desde el 2009 Juan Celaya descubrió que quería ganar una medalla olímpica

“Justo cuando entré con Ma Jin ya tenía un acercamiento con un entrenador chino en Monterrey, con Epifanio, lo trajo Ma Jin de China y sabía un poquito de la técnica china. Pero realmente llegué en blanco, en plan de estudiante, de aprender, de absorber todo lo que pudiera aprender con ella y desde la manera en que me paro, la manera en que respiro, cuando respiro, en que momento aprieto las piernas, los tobillos para hacer el clavado, son cosas que yo antes no le ponía atención”, explicó. 

¿Qué mejoró Ma Jin en los clavados de Juan Celaya?

“Realmente yo estaba muy incómodo al principio, pero pensé que tenía que hacer esto porque me va a servir, porque lo tengo que hacer, porque si quiero llegar a donde quiero llegar tengo que hacer todo esto que no hice en su momento cuando era chico porque que a lo mejor no teníamos  la experiencia o esas bases chinas que ella (Ma Jin) conoce como la palma de su mano”, continuó. 

Encontrarse con las deficiencias en su técnica llevó a Celaya a mejorar de manera importante sus saltos y cambiar su mentalidad. El nuevo reto lo llevó  a pulir detalles que lo hicieron evolucionar y convertirse en lo que es ahora, un medallista olímpico. 

“Yo veía clavados como de que, repetición, tras repetición, tras repetición, hasta que me salga e ir mejorando detalles ahí como iban, pero al momento de yo estar expuesto al entrenamiento chino, yo sentía que no sabía clavados, o sea, que realmente no sabía nada y era volver a armar todo, volver a desarmarme y volver a armar otra vez, desde el ritmo del trampolín, hasta cómo respirar, dónde respirar, a qué hora respirar, qué apretar, qué ver, qué esto, qué lo otro”, explicó. 

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La técnica de celaya mejoró

“O sea, que yo me ponía con los brazos estirados y me decían, aprieta tus dedos, así vas a relajar tus hombros, y así como que ¿cómo?, y ya, estirar los brazos así sin apretar los dedos y mi hombro se sube, entonces apretar los dedos y mi hombro se iba para abajo, era como conocer mi cuerpo en esa parte, que es otra cosa que te ayuda en otra forma de ver los clavados y realmente de conocer tu cuerpo haciendo clavados”, recalcó. 

La transición con Ma Jin no ha sido sencilla, desde luego, Juan Celaya sabe que ella “es exigente” y por ahora está feliz con ello, pues aunque en tiempo de descansar un poco, tiene la mira puesta en el siguiente Campeonato Mundial de Natación Singapur 2025, donde además de competir en los clavados sincronizados, quiere brillar en la prueba individual.