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25, agosto 2024 - 16:21

┃ Guillermo Abogado González

Hubo disfraces extravagantes en el Maratón CDMX / Foto: Ramón Romero

Una vez más los aficionados y los participantes sacaron la casta. Cada uno de los 30 mil corredores que fueron parte de esta edición del Maratón de la Ciudad de México 2024 cumplió con su esfuerzo más allá del resultado, mientras que en las inmediaciones del trayecto los seguidores hicieron su tarea para que en un conjunto todo saliera de maravilla. Se vivió una espectacular fiesta.

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Es conocido que en las adversidades los mexicanos siempre suelen ser el compañero leal, aquel que siempre estará en las malas para recomponer la situación, hasta para sacar una sonrisa en el momento de apremio y así tal cual se vivió este XLI Maratón capitalino.

Desde temprana hora el gobierno de la ciudad dio un espaldarazo a los competidores, lo que nunca había sucedido en otras ediciones, para este año se anunció la disponibilidad de camiones en distintos puntos de la capital para los participantes pudieran llegar sin inconvenientes a la hora exacta de su salida de acuerdo con su bloque.
El señor Hipólito Hinojosa, de 66 años, fue uno de los corredores que aprovechó ese servicio y proveniente de Ecatepec tomó el trolebús que salió del metro Indios Verdes. “Claro que sí para llevar una buena ventaja porque luego llegaba tarde, fue una buena opción”.
Alrededor de las 4:00 am, Hipólito y su hijo César abordaron la unidad que en esta ocasión no fue eléctrica para correr su novena carrera de esta índole. “Siempre va a ser una nueva sensación cada año y aprovechar que ya estamos aquí nuevamente y dar todo lo que tenemos para llegar a la meta y misión cumplida, se descansa poco el mero día, pero esperamos llegar bien y ahorita con el camión aprovechar otra pestañita para descansar”.
Por su lado, César Hinojosa, de 45 años, quien cumple con su tercer Maratón indicó: “se me hace una buena opción el transporte porque luego llega uno corriendo, fue una opción bastante buena y por eso decidimos aprovecharla para tratar de llegar con calma y descansados”.

Los camiones de Indios Verdes salieron rumbo al Estadio Olímpico Universitario, lugar en el que inició la carrera, a partir de las 3:00 am y se dio la orden que cada trolebús partiera en intervalos de 20 minutos hasta las 7:00 am.
El respaldo no solo quedó ahí para los maratonistas pues desde el inicio familiares, amigos y hasta personas ajenas se sumaron al apoyo con diversas porras, cartulinas con mensajes de alientos y un sinfín de aplausos para que ninguno de los participantes se rindiera en busca de su objetivo.
Se dejaron ver botargas de vaca,
unicornio y dinosaurio para dar colorido al recorrido, algunos competidores apostaron por una vestimenta original. Se dejó observar a alguno con los colores de su país, por supuesto el tricolor de México sobresalió, pero también hubo colombianos, venezolanos y bolivianos.
Algunos corrieron con bandera en mano de sus clubes runner y hasta uno se apreció con la insignia de Palestina, país que se encuentra en un conflicto bélico. Mientras más se aproximaban a la meta situada en la plancha del Zócalo capitalino. El apoyo era mayor por parte de los aficionados al grado que hasta unos se molestaban porque la gente que no participaba en el Maratón llegaba a cruzarse justo entre Eje Central y Avenida Juárez.
En los últimos metros algunos corredores tomaban un segundo o hasta tercer aire y con los gritos de “Vamos, vamos, tú puedes”, seguían sin problemas. Mientras que otros parecían sucumbir, pero precisamente gracias a esas palabras de ánimo resistieron. “Te falta poco, falta un kilómetro, ya mérito terminas, no pares”, son algunas de las frases que la fanaticada soltaba.

Además de la alegría que ocasiona el hecho de culminar el recorrido de 42.195 metros. Los maratonistas fueron consentidos con alimentos y lugares de descanso para su recuperación y hasta algunos prefirieron recibir algún masaje. Auxilio que también se pudo observar en las calles aledañas, donde entre amigos. Colegas y familiares siempre brindaron al mano al maratonista necesitado, al grado que hasta el olor a esa pomada milagrosa sobresalía. Y en otros sitios personas regalaban plátano, la fruta más estupenda para el momento. Muchos actos de solidaridad se apreciaron.

Maratón de la CDMX 2024 se empalmó con resaca de los fiesteros nocturnos

Por la Avenida Insurgentes se apreciaron momentos de contraste. Mientras grupos de amigos o parejas salían apenas de uno de los diversos antros. Discotecas o bares que se dejan ver en dicha arteria que cruza la Ciudad de México, por otro lado. También había grupos, parejas o personas solas que se dirigían rumbo a CU. Para comenzar su aventura en el Maratón de la Ciudad de México 2024.
Una avenida con bastante movimiento durante la madrugada. Unas personas salían de la fiesta, de pasar un rato agradable con los amigos. En tanto que otros aprovechaban el poco transito para ocupar el carril del Metrobús para ponerse a patinar.

Por otra parte, los grupos de seguridad ciudadana, policía capitalina y tránsito laboraron a temprana hora precisamente. Para evitar algún inconveniente con miras a la prueba madre del atletismo. Las calles que eran parte del trayecto de los más de 42 kilómetros comenzaron a cerrarse un poco antes de las 5:00 am.
Los policías ubicados por grupos cargaban las vallas para acomodarlas de la manera correcta y comenzar a desviar la circulación. Excepto para los camiones habilitados que llevaban a los competidores desde distintos puntos de la ciudad.

Asimismo, los encargados de atender los puestos de hidratación ya tenían preparados cada uno de los stands de la bebida energética que patrocina esta prueba. Todo estaba listo para que cada transeúnte de Avenida Insurgentes cumpliera con lo suyo, unos para correr y otros para dormir después del guateque.

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