Después de lanzarse desde el trampolín de tres metros toma sus audífonos y de entre sus cosas saca un cubo rubik. Pareciera que a Alejandra Estudillo no le importa demasiado ver a sus rivales saltar, aunque la realidad es que ella tiene su propio ritual para mantener la concentración en sus competencias.

Tal vez te interese: La mexicana Alejandra Estudillo se quedó muy cerca de las medallas en clavados de París 2024

Cuando se acerca su turno deja a un lado los preciados objetos y una vez que salta repite el ritual. Después de su quinto clavado se sabe en la pelea por los medallas, entonces sí mira con atención y hasta se lleva las manos a la cabeza cuando ve que la han superado. No hay lamento por su sexto lugar, hay una sonrisa y la promesa de volver a unos Juegos Olímpicos.

“Me tranquiliza, es algo que me distrae de la competencia un rato, pero me mantiene concentrada. Es una herramienta muy útil para mí, me gusta”, dijo para ESTO. “Es muy especial, es algo que quiero mucho y me gusta mucho cuidar mis cosas, esto es lo más especial que tengo“.

Alejandra Estudillo llegó a París 2024 como sorpresa y ganó diploma olímpico

Lo que menos pasaba por la mente de Alejandra Estudillo eran los Juegos Olímpicos de París 2024. Quizá nunca sintió la presión en un deporte en el que México presume de ser potencia porque sabía que solo su gente cercana esperaba algo de ella.

Es más, previo a la final aseguró que quería disfrutar de la competencia, claro con responsabilidad. Ni siquiera fue una excusa que su verdadera especialidad fuera la plataforma de 10 metros. “No me gusta excusarme”.

¡Ya tenemos canal de WhatsApp! Síguenos, activa la campanita y recibe las noticias deportivas

“Yo seguí entrenando, se hizo la reasignación y ahí me enfoqué en el trampolín. Fue un mes de trabajo que se ve reflejado aquí, si tengo más preparación para el siguiente ciclo va a haber mejores resultados”, dijo tras su participación en la final.

Con información de José Ángel Rueda