Una vez finalizada la competencia, las emociones en el equipo mexicano de gimnasia rítmica estaban a flor de piel. La entrenadora Blajaith Aguilar reconoció que el hecho de haber participado por primera vez en unos Juegos Olímpicos fue una experiencia enriquecedora, pero complicada.

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“Nos deja una experiencia muy grande. Estamos muy emocionadas, sentíamos el peso, la verdad, de ser las primeras en la historia en nuestro país estar en unos Juegos Olímpicos. Es un peso muy grande”, dijo.

Aguilar, quien desde hace años encabeza el proyecto de la gimnasia rítmica en México, valoró el ciclo olímpico que protagonizaron, en una vertiginosa cadena de sucesos históricos.

“Estoy muy orgullosa de ellas, supieron manejarlo. Tuvimos errores en ambas rutinas, creo que tenemos que trabajar, levantarnos, sacudirnos y seguir trabajando y seguir viendo con la frente en alto. Creo que este ciclo olímpico estuvo lleno de cosas históricas para nosotras. Primera medalla en una Copa del Mundo, primera medalla en una World Challenge para nuestro país, finalistas en el Mundial, finalistas en Copas del Mundo, medallas, el pase olímpico por primera vez. Me voy contenta, mas no satisfecha”, confesó.

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“Quiero mucho a mis chicas, siempre saben que cuentan conmigo. Somos un equipo, ahora sí que todas para una y una para todas. Nos queda seguir trabajando, sacarnos esta espinita. También sentirnos orgullosas, hasta dónde hemos llegado y hasta dónde hemos logrado estar”, dijo.

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Las sensaciones que las gimnastas experimentaron no se alejan de lo que percibió su entrenadora, pendiente en todo momento a un costado del tapiz. Aguilar vibraba con cada elemento bien ejecutado, y sufría cuando algo salía mal.

“Estábamos un poco nerviosas. Como dijo mi entrenadora, somos novatas aquí. Pero bueno, la experiencia y todo eso nos la llevamos con todo el aprendizaje. Y terminar y ver todas las banderas y las porras se siente muy bonito. El apoyo y el respaldo de todos los mexicanos”, dijo Dalia Alcocer.

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El nerviosismos no impidió que por momentos las mexicanas disfrutaran en el entorno. Uno de los instantes más representativos se dio cuando representaron los aros olímpicos, como la culminación de un sueño. “Con la psicóloga trabajábamos movimientos de poder. Entonces yo creo que los aros olímpicos es un sueño que venimos persiguiendo, que hoy lo logramos. Nos llena de orgullo y fuerza de energía al momento de hacerlo”, dijo Adirem Tejeda.