1, agosto 2024 - 3:18
Así son las recaudarías en París 2024. Foto: Alfonso Morales
París.- El local Royal Primeur es una mezcla entre una recaudería y un tianguis. Tiene cajas llenas de frutas y verduras, diablitos para cargarlas con mayor facilidad y productos de todo el mundo. Sus letreros son muy parecidos a los que se utilizan en los mercados sobre ruedas en México, pero carecen de la chispa o el ingenio nacional para vender.
Youssef es de Túnez, en África, y funge como el encargado. Es un tipo muy alegre que intenta hacerte la plática o, por lo menos, se quiere dar a entender. Te informa que los pagos son en efectivo o en tarjeta, siempre y cuando compres arriba de 5 euros (un poco más de 100 pesos). Es amable, como todo vendedor que quiere hacer funcionar su negocio, pero jamás es invasivo. Los franceses pasan y lo saludan porque ya es parte del vecindario que está cerca del Metro Voltaire, en el distrito 11 de París, a media hora de la Torre Eiffel.
Su local tiene uvas, jitomates, ejotes, frambuesas, ajos, champiñones, papayas, cebollas, papas, hasta lechuga y miel. Básicamente tiene de todo y si no lo tiene, lo hace, tal y como sucede con el jugo de naranja, pues en el momento no tenía, pero, de inmediato, puso a unas cuantas frutas en la máquina y la hizo trabajar. Listo y entregado.
Lo cierto es que los alimentos pueden resultar caros, sobre todo, cuando se llega de un lugar como México. Por ejemplo, hay jitomate “Corazón de Paloma” que puede costar casi 200 pesos el kilo o dos piezas de aguacate en cuatro euros, más de 80 pesos.
También es posible percibir que cada una de las frutas y verduras tiene su lugar de origen debajo de los precios. Las papas son Egipto, la lima de España, el coco de Marruecos y las frambuesas de Francia.
LAS RECAUDERÍAS EN PARÍS SON PARECIDAS A LOS TIANGUIS DE MEXICO
En una comparación con los mercados sobre ruedas tricolores, aquí no hay regate, simplemente son los precios tal cual y se exponen. Los habitantes locales no hacen bullicio ni se aglomeran, aunque eso sí, no se sabe si la báscula tiene truco o no.
Por parte de Youssef tampoco hay gritos desaforados, ni llamamientos para comprar. No existe el “pásele güerita” o el “qué va a llevar”, ni tampoco la clásica pruebita. Pero el local tiene un colorido parecido al que se ve en México con ese aire a tianguis que despierta un poco de nostalgia por el suelo tricolor.
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