28, julio 2024 - 9:29
Leo Jasso emprendió un mercado de Turismo para hispanohablantes / Foto: Héctor Alfonso Morales / ENVIADO
París.- Cuando sus manos toman el volante, los secretos de París comienzan a revelarse. Su plática es amena. En términos deportivos, es un crack para explicar los misterios y tips para vivir al máximo a la capital francesa, siempre tan fascinante.
Su nombre es Leo Jasso, operador turístico, quien creó su empresa Leo Jasso Tours que se dedica al mercado de los hispanohablantes que visitan la Ciudad de la Luz. Su labor no se limita al traslado de los visitantes, sino de una explicación que adentra a los detalles íntimos de la urbe como evitar estafas, tener los mejores ángulos para las fotografías, ir a lugares hermosos que no son tan conocidos, así como lo que le gusta o no a los franceses de los extranjeros (spoiler alert: los galos no están habituados a dar propina y rechazan a las personas ruidosas).
“París tiene un nombre por sí sólo: la gente quiere venir a ver la Torre Eiffel, saben mucho que hay moda, perfumería, lujo, Campos Elíseos. Tiene una belleza porque es un país muy lindo y tiene mucho qué ofrecer. Sus pueblitos que están cerca son preciosos: Lille, Saint Michel…hay muchas cosas. El idioma es súper bonito. El venir de México a Francia es un contraste súper diferente y eso es lo que atrae a mucha gente”, describe a ESTO sobre el encanto de la ciudad.
Leo ofrece un recorrido al Diario de los Deportistas hacia Montmartre. Al recorrer las calles, explica que los galos tienen una cultura vial de siempre respetar las señalizaciones, por eso su conducción es cuidadosa y sin ganas de “ganarle” a los peatones o a las bicicletas.
Una vez que se llega a la zona de Moulin Rouge recomiendan entrar porque el burlesque es parte inherente de Francia, pasan los minutos y llega a la Iglesia del Sagrado Corazón, donde estaciona su auto y comienza la caminata.
El sitio es un lugar bello como curioso. “En las rejas que están a los lados, los enamorados han colocado candados como forma de sellar su amor, pero seguramente no va a durar porque el peso puede derribarlas y el gobierno quiere evitar eso”.
Luego hace énfasis en el precioso mirador desde donde se puede tener una panorámica de París con elementos como la Torre Eiffel que sobresale entre los tejados de las casas y edificios que se construyeron del mismo tamaño, “por lo que casi no hay edificios que te tapen la vista.
Su sabiduría para explicar a la capital francesa le permite a Joel advertir sobre cómo evitar a los estafadores, quienes son personas muy carismáticas que ofrecen pulseritas a los visitante para intimidarlos y sacarles dinero.
“Te ubican del país que eres y, por ejemplo, si eres de México, te hablan de Chicharito y Cuauhtémoc Blanco para que caigas. Conocen de todos los países”, describe y de inmediato aconseja: “lo ideal es que te mantengas firme en decirles que no, pero con amabilidad, porque si te pones grosero, ellos también lo son. La policía no puede detenerlas porque en realidad no están haciendo nada malo”.
La caminata prosigue hasta donde van están los artistas que hacen retratos. “Van desde 50 euros los que son a lápiz y también puedes tomar un café solo. Aquí nadie te va a ver mal si sólo ocupas una mesa para tomarte un expresso, porque eso es la costumbre”.
Leo señala que en Montmartre también hay coches antiguos donde hacer turismo y tomar en cuenta algunos murales de zona.
Luego, vuelve al vehículo y comienza el retorno a un sitio más céntrico. Mientras se acerca al Arco del Triunfo, Leo Jasso comenta que hay ángulos que pueden tener un mejor tiro para tomarse la fotografía sin la presencia de tantas personas que ensucien la foto.
Todos los consejo del operador turístico mexicano hace sentir que en París se vive una experiencia a otro nivel.
“Lo más apasionante de París es que tienen que venir a todos los museos. Pero también pueden venir a la panadería de alguien que se hizo muy famoso, también el croissant más grande, son pequeñas cositas que te hacen vivir una parte parisina interesante. Nosotros podemos dar estos secretos de cómo tomarse una fotografía sin tanta gente en el Arco del Triunfo, la Torre Eiffel. Cuáles son restaurantes realmente bueno y cuáles son de turistas, eso lo pueden encontrar. Con nosotros, te puedes sentir en familia”, concluye.
¿Cuál fue el negocio de Leo Jasso en Francia?
Leo Jasso quiso darle un giro a su vida y se fue a emprender a París. No buscaba aprender un nuevo idioma, sino obtener frescura a sus actividades profesionales.
Dice que, antes de convertirse en un operador turístico de alto nivel, comenzó a trabajar en el Aeropuerto Charles de Gaulle trasladando personas en silas de ruedas. Desde ahí, comenzó a gestar la idea de tener una empresa, porque cada vez tenía más contacto con gente latinoamericana a la que ayudaba.
“Yo llegué a Francia hacer 10 años. Yo inicié este proyecto llegando acá. Estaba en el aeropuerto y eso me creó una pequeña necesidad de buscar mi segmento de trabajo. Empecé a llevar latinoamericanos a su hotel con mi propio vehículo y eso me prendió la chispa llevando a la gente a sus lugares y empecé a apalancarme para necesitar más gente. Fuimos creciendo y creciendo hasta lo que llegamos ahora”.
Jasso confiesa que en su negocio han habido pérdidas también. Y ahora que los Juegos Olímpicos están en marcha, los servicios turísticos, paradójicamente, han caído, aunque para nada se desanima.
“Puede que sea complicado, depende de la motivación de cada uno. La decisión de venir a Francia fue por frustración que quise evolucionar, se me complicó un poco al inicio. Entré en depresión durante seis meses, pero si encuentras un camino, es muy fácil llegar a los objetivos”, expone.
“Es sentarte a analizar las oportunidades y trabajar sobre ello. Puede tener topes o gente que te quiera meter el pie. Mi proyecto era socializar y lo he logrado, también con pérdidas y sin desmotivarse.
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