Los Diablos Rojos del México es una de las franquicias deportivas más representativas del país, que ahora ha trasladado su impacto al ‘deporte ráfaga’.

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A 7.4 kilómetros de distancia del Alfredo Harp Helú, la afición escarlata se trasladó al Gimnasio Juan de la Barrera para presenciar el debut del equipo ante sus aficionados en la temporada 2024 de la Liga Nacional de Baloncesto Profesional (LNBP).

La marea roja se hizo sentir en el regreso del basquetbol profesional a la capital después de un lustro de ausencia. Tras la marcha de los Capitanes a la NBA G-League, quedó un vacío que ahora ocupan los Diablos.

Su fiel afición se mostró orgullosa de poder trascender ahora en otra disciplina, con la confianza del éxito que han tenido a lo largo de la historia.

“Me gusta sentirme identificado con la CDMX. Venía desde los Capitanes y ahora con los Diablos más, por el equipo de beisbol. De la misma forma vamos a apoyar a esta franquicia de basquetbol”, comentó César Islas, un aficionado de 39 años que luce con orgullo los colores del equipo. “Ya hacía falta que regresara el basquetbol profesional a la ciudad”, agregó.

La tradición de los Diablos trasciende generaciones. Antonio Ortega, de 48 años, recuerda sus primeras experiencias con el equipo en el ya desaparecido campo del seguro social.

“Es un equipo de tradición. Que nuestros papás y abuelos nos llevaban desde pequeños. Son muchos factores que hacen especial a los Diablos. Se siente un amor por la camiseta”, valoró el padre de familia que le ha contagiado la pasión a sus hijos.

Los jóvenes también son parte de esta efervescencia. Una pareja encuentra en los Diablos Rojos el motivo para sentirse orgullosos de ser capitalinos.

“Lo seguiremos a muerte como lo hacemos con el equipo de beisbol. Ya habíamos venido a ver a los Capitanes hace unos años, y ahorita me pone contenta poder ver a los Diablos”, explicó Gabriela, quien viste con orgullo el jersey rojo. “Se hace un sentimiento el poder ver al equipo de tu ciudad. El ambiente y los fanáticos hacen una experiencia espectacular”, finalizó.

Ahora alejados del diamante del beisbol, la afición escarlata encontró un nuevo hogar para sentirse cerca de sus Diablos Rojos.

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