Detrás de la gran figura en la que se ha convertido el clavadista Osmar Olvera está la mano de la entrenadora china Ma Jin. Su permanente atención a los detalles encontró en el joven deportista algo parecido a un diamante que sólo necesitaba ser pulido para brillar con intensidad. Hoy, a pocos días de los Juegos Olímpicos de París 2024, ambos se sienten capaces de coronar su trabajo con una medalla.

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“El chico tiene talento para los clavados y también su carácter, nació para el deporte. Tiene una gran meta, que es ganar a los chinos. Quiere ganar medalla de oro. Esa es la meta de los dos. Ojalá y con trabajo podamos tener mejores resultados para México”, dice Ma Jin, con la certeza de haber encontrado un portento.

La historia de Ma Jin y Osmar Olvera comenzó en el 2018, aunque en realidad fue hasta el 2020 cuando realmente comenzaron a trabajar juntos. A pesar de la pandemia, la entrenadora china pronto detectó las cualidades del clavadista y las potenció. Un joven Osmar logró clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, aunque fue hasta el 2023 que realmente logró posicionarse como uno de los mejores del mundo.

De la mano de Ma Jin, Olvera ha ganado cuatro medallas de Campeonato Mundial, una de ellas de oro, además de dominar de manera aplastante el trampolín, a nivel continental, con dos oros en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023. De cara a París, el clavadista de 20 años llega como una de las firmes posibilidades de medalla para México, impulsado por su alto grado de dificultad, pero sobre todo su constancia, dos puntos claves en la última etapa de su preparación. “Estoy contenta y tranquila. El niño ya está, físicamente ya está. Solo necesitamos por último subir la calidad de los clavados para ser más constantes”.

A pesar de que los problemas federativos impidieron que la entrenadora viajará junto a Osmar Olvera a las principales competencias del ciclo olímpico, el tema fue resuelto y Ma Jin podrá estar en París. Hasta entonces, ambos habían resuelto los contratiempos a través de videollamadas, pero ahora podrá estar en la fosa, atenta a cualquier detalle que deba ser corregido. “Es una costumbre que trabajemos juntos cada día. Pasa más tiempo conmigo que con su familia. Entonces lo mismo con los clavados. Necesitamos trabajar juntos, que me vea para la técnica. La verdad sí, el niño está contento porque ya puedo estar con él”.

En las últimas semanas de su preparación, Ma Jin ha enfocado sus esfuerzos en la prueba de sincronizados. Osmar competirá junto a un clavadista experimentado como Juan Celaya. La entrenadora china ve buenas posibilidades de éxito en la pareja, más allá de que tienen relativamente trabajando juntos. “Trabajamos más el sincronizado. Es que apenas ganó de Juan Celaya y de sincronizado también tiene posibilidad de medallas. Ojalá y ganemos”.

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De los más de cuarenta años que Ma Jin lleva en los clavados, por lo menos la mitad la ha dedicado a desarrollar a los clavadistas mexicanos. La entrenadora china llegó a México como parte de un intercambio deportivo entre los dos países y acá echó raíces. El hecho de conocer de primera mano ambas escuelas, una imponente, como la china, y otra de gran tradición, como la mexicana, le permite identificar las fortalezas de ambas y trabajar en ellas. De los deportistas mexicanos le sorprende su mentalidad en los momentos de máxima exigencia, algo que podría ayudar en París 2024 para una cosecha histórica.

“Yo llevo trabajando 43 años en los clavados y en México 21 años. He visto muchos clavadistas mexicanos. Yo siento que la diferencia es que los mexicanos, antes les faltaba calidad en los clavados y constancia. Pero en la competencia sí pueden hacerlo mejor.  Eso me sorprendió de los mexicanos, que tienen la mente muy fuerte. Entonces sí podemos conseguir mejores resultados y por lo menos queremos dos medallas, pero tal vez puede ganar cuatro o seis”, dijo.

En dos décadas, Ma Jin ha logrado forjar una escuela en México. En Beijing 2008, llevó a Paola Espinosa y Tatiana Ortiz a ganar la medalla de bronce. También estuvo detrás de la plata de Paola Espinosa y Alejandra Orozco en Londres 2012. Desde China miran a la distancia su éxito y se preguntan si algún día volverá. La respuesta llega tajante: acompañará a Osmar hasta el final.

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“La verdad sí, es que muchos deportistas o medios me preguntan cuándo puedo regresar a China. Así, pero la verdad yo ya soy ya grande también, y tengo sentimientos con mexicanos y con Osmar. Entonces yo pienso acompañar a Osmar en todo el camino de deporte”, cerró.