9, julio 2024 - 6:00
JJ Macías espera llegar al Mundial del 2026 / Foto: Abril Hernández
“Cuando la humanidad entienda que cooperar es mejor que competir, conquistaremos el universo”. Esta es la frase que José Juan Macías ha pregonado desde que inició su proceso de recuperación. La ruptura total del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha lo dejó fuera de actividad desde mayo de 2022 hasta noviembre de 2023 con Chivas, pero aún así, la meta de ganarse un lugar en la Copa del Mundo del 2026 sigue intacta.
En sus palabras, la impotencia de no poder jugar le provocó días de depresión y llanto, pero siempre supo que no debía reprimir sus emociones, sino liberarlas: “llorar y hablar con nuestros demonios es algo que debemos aceptar, hay que sacarlo y no abstenerse, llorar es depuración. Si una flor no tuviera una gran raíz o un gran tallo, no podrían salir esas hojas de colores hermosos”.
El primer paso para superar la situación era aceptar la realidad y, a partir de ahí, buscar soluciones. El rostro fue la primera de ellas: “la cara de una persona es el reflejo de su mente porque es el primer músculo conectado al cerebro”, asegura el jugador.
¿Qué es la morfopsicología?
La morfopsicología es una disciplina clínica y humana que se encarga del estudio del carácter, actitudes y aptitudes de una persona con base en su rostro y los elementos que lo componen. De acuerdo al Instituto Superior de Morfopsicología de Barcelona, esto nos permite conocernos a nosotros mismos y así cambiar las creencias autolímitantes. “Para nosotros, la morfopsicología es una técnica que mezcla la parte de la fisionomía de una persona con la parte representativa, arquetípica o simbólica de las representaciones del ser humano. Estudiamos los rasgos faciales con relación a lo que representan de la personalidad. Esta disciplina nos permite ver qué refleja tu rostro a partir de los elementos que estás ocupando en él”, explica Adriana González, especialista en morfopsicología y docente egresada de la UNAM.
Para dominar dicha técnica, Adriana explica que primero hay que encontrar la relación entre cada parte del rostro humano con nuestra personalidad: quien suele vivir bajo estrés refleja una cara con angulaciones más francas y los huesos marcados. En cambio, los que no padecen estrés, suavizan sus rasgos, amplían su rostro y evidencian más confianza, relajación y apertura hacia el mundo.
¿Cuándo descubrió José Juan Macías la morfopsicología?
José Juan empezó a estudiar morfopsicología en Europa y uno de sus coaches personales fue Imanol Ibarrondo, un ex futbolista y licenciado en ciencias empresariales que lidera el “Master de Coaching y Liderazgo deportivo”. Además, desde 2006 es fundador y Presidente del Instituto de Coaching Deportivo (Incoade).
“Todo esto me dio herramientas para saber cómo pensar bien ante las situaciones porque son panoramas que se presentan en nuestra vida pero no nos definen como personas”, declaró Macías para ESTO.
El día a día de Macías en Verde Valle se basaba en rehabilitación por las mañanas y entrenamientos por separado sin balón. El propio delantero no quería ver a sus compañeros entrenar, ya que según él, sentía más ganas por jugar pero aún no podía hacerlo.
La forma que encontró para canalizar su adrenalina fue prepararse y contribuir desde otras áreas fuera de la cancha: “Me tengo que preparar. Debo crecer y evolucionar. Lo que no te mata te hace más fuerte y todos sentimos. Yo dejé sentir lo que pasaba”, comenta. Una vez entendido el concepto de morfopsicología, empieza la ejecución de métodos: “Para casos así (depresión), debemos determinar cuáles son los músculos tónicos. Es decir, los que están caídos, que ya no tienen trabajo y que se están perdiendo en su tonicidad porque ya no los usan. Debemos recomendarle ejercicios para el movimiento de esas áreas en particular. Esto dará lugar a que se vuelva a adquirir el tono, que el músculo gane fuerza y así adquirir otra vez las formas que ya tenía o nuevas formas”, afirma Adriana González.
Un ejemplo claro es el orbicular de labios (músculo ubicado alrededor del orificio bucal). Cuando una persona gesticula, estira su rostro y se vuelve más ancho. Con esto consigue darle más volumen, fuerza, capacidad para hablar y ser más energético, así como estar más alerta con el mundo material. Sin embargo, esto conlleva un protocolo para determinar cuál es el ejercicio específico que necesita cada persona.
¿Cómo se estudia el rostro en la morfopsicología?
La forma de la cara –también conocida como marco- indica si la persona pone límites frente a los demás o es más abierto. El rostro rectangular, por ejemplo, suele ser alargado y firme, lo cual es un reflejo de la selectividad de la persona para escoger a sus amistades. El rectángulo no es amplio, no abarca espacios, sino que se enfoca en con quién quiere estar y por qué.
“Está recuperándose esta técnica en estos últimos años porque esto ya lo sabe el ser humano. El ser humano siempre ha aprendido a reconocer a sus amigos, sus enemigos por cómo los ve”, sentencia.
El conocimiento morfopsicológico está implícito en la mente de cada persona, pero no es una práctica común. Con los futbolistas, las técnicas de Mindfulness (meditación) son más conocidas que esta disciplina, ya que los psicólogos las utilizan con mayor frecuencia.
Mindfulness, la técnica de meditación para futbolistas que están en proceso de recuperación
Cuando las lesiones son largas –como en este caso de más de un año- se busca emplear una regulación de emociones para digerir conflictos y no correr el riesgo de pérdida de ritmo. Si el jugador está fuera de actividad por más de cuatro meses, debe trabajar su “ritmo de juego mental para que cuando se incorpore, no llegue desenganchado. Claudia Rivas, psicóloga deportiva y encargada del área en club América, resalta la importancia del entrenamiento cerebral para tratar este tipo de casos.
Cada lesión es diferente. No es lo mismo sufrir la primera a cuando ya existe un conocimiento de estas para saber cómo reaccionar: “las emociones no se controlan, se regulan. Si bien hay trabajo de psicología corporal a partir de cómo guardamos emociones, esto genera cuerpos diferentes. El Mindfulness es una técnica que antes se conocía sólo como ejercicio de relajación. Si yo medito, logro que las ondas magnéticas del hemisferio izquierdo y derecho del cerebro trabajen en coherencia y esto mejora la salud y aumenta la concentración”.
La respiración es parte fundamental del bienestar físico y emocional. El jugador debe entender –con ayuda de las gráficas del electroencefalógrafo (la electricidad del cerebro)- la frecuencia de su corazón y cómo cambia su respiración por la frecuencia neuronal. El estrés y la presión dan pie a que el futbolista se aferre al pasado o preocupe por el futuro que aún no llega. Para esto, “centrarse en el presente le enseña al cerebro que puede planear su futuro y aprender del pasado, pero debe enfocarse en este partido y esta jugada”.
Para contribuir con el autoconocimiento de su mente y cuerpo, José Juan abrió su primer laboratorio tecnológico enfocado en la gestión de emociones.
¿Qué es el Estoicismo, la filosofía de vida de José Juan Macías para sobrellevar su lesión?
Una vez que obtuvo la alta médica para regresar a los entrenamientos de gimnasio y de balón con Chivas, JJ empezó a ejecutar sus aprendizajes para regresar a su mejor versión. No solamente la morfopsicología fue parte de su proceso, sino que el estoicismo (filosofía basada en el sistema lógico y los puntos de vista sobre el mundo natural) se convirtió en otra rama subyacente que al atacante le gustaría poder comunicar en el futuro.
“El estoicismo viene desde Grecia y Roma, con Marco Aurelio, Séneca. Y esos grandes pensadores que te te enseñan a pensar adecuadamente: “Es natural que todos vayamos hacia abajo emocionalmente en algún momento. Si uno sólo fuera para arriba diría: “¿no hay para abajo?” Y así no podría conectar con la gente y comunicar que aunque tuve estas lesiones. Estoy de regreso y quiero demostrar mi mejor versión”, concluyó.
Para el Apertura 2024 de Liga MX, José Juan Macías jugará con Santos Laguna. Ignacio Ambriz -técnico que lo dirigió en León en 2019- pidió a la directiva su fichaje para la delantera. Y será su hombre de confianza de cara a lo que resta de proceso para el Mundial del 2026. El cual comenzará el 11 de junio de dicho año.
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