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26, mayo 2024 - 6:00

┃ Álvaro Zaldaña

La Cruzazuleada se acabaría si la Máquina es campeón el domingo. FOTO: Mexsport

Para Cruz Azul, vencer al América en una final después de perder las dos más recientes significaría más que quitarse la hegemonía o ganar la décima. Sería reforzar la creencia de que la etapa de las “cruzazuleadas” quedó enterrada desde que consiguieron la novena en 2021.

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Según indicó Marisol Díaz, especialista en psicología deportiva, el cambio generacional fue la clave para el impulso mental en los jugadores de la Máquina. Metamorfósis que, por ejemplo, se vio desde que Santiago Giménez se hizo un jugador indispensable en esa final contra Santos donde los celestes por fin rompieron con 23 años de sequía.

“En 2021 todos decían que la iban a volver a cruzazulear, que si con el misticismo de una cruz se iban a quitar el ‘maleficio’ de ser subcampeón. No hay tal ‘maleficio’, hay trabajo y si haces un buen trabajo el resultado va a llegar. Hay un cambio generacional. Santiago Giménez, por ejemplo, no traía la parte de ‘yo pierdo las finales’, traía otra cultura deportiva, otra mentalidad de ‘es una final y la quiero ganar’.

Entonces cambiamos totalmente la percepción, la visión y sobre todo este chip de ocasiones anteriores”, dijo en entrevista con ESTO.

¿POR QUÉ NO HABRÁ CRUZAZULEADA EN LA FINAL DE 2024?

En las finales que perdieron contra América en el Clausura 2013 y el Apertura 2018, Cruz Azul tenía otra presión, la de romper más de dos décadas sin ganar la Liga MX y, además, hacerlo contra su rival más odiado. Eso generó una presión extra, indicó la especialista, pero en esta ocasión es América quien tiene ese peso en sus espaldas.

“¿Qué era la cruzazuleada? Era traer una mentalidad de los 80. Entonces cuando hacen este cambio generacional empieza Cruz Azul a funcionar y a dar el resultado. Psicológicamente, hoy Cruz Azul está más fuerte para esta final. América tiene la presión de cerrar en casa, la presión de lo que significa el Estadio Azteca”, apuntó.

Mucho se ha hablado durante el Clausura 2024 sobre las cábalas de algunos equipos. Monterrey tenía la suya cuando en la liguilla todos se dejaron el bigote, hasta el entrenador Fernando Ortiz. Pero no hay más famosa que la de Cruz Azul y su número 33.

Según la especialista en psicología deportiva, Marisol Díaz, todo es parte de un trabajo mental que tiene como objetivo final quitarle presión al plantel celeste.

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“Hicieron este match institución, aficionados y obviamente jugadores, donde ponemos una canción de Julieta Venegas, el número 33, y han creado todo un anclaje positivo a favor para llegar a una final de manera mental más fuerte. Les quitaron la presión. No están obligados a ganar, están obligados a rendir, a competir desde el minuto uno al último. Dar lo mejor de ellos como jugadores”, explicó.

Tal vez, y sin quererlo, Cruz Azul creó un “anclaje mental” que justamente hace lo contrario que las “cruzazuleadas”: actuar de forma positiva y evitar que lleguen aquellas caídas emocionales en los momentos cumbres cuando pelea por el título.