El Hijo del Santo es considerado ya como una leyenda viviente de la lucha libre, tanto así que Lola González, una de las pioneras de esta disciplina, explicó que el gladiador marcó una etapa al igual que lo hizo su padre.

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LOLA GONZÁLEZ HABLÓ DEL ENMASCARADO DE PLATA

“Son muy diferentes, pero yo creo que cada uno marcó su etapa. Obviamente las generaciones tienen que ser mejores. Quizá él no tuvo el despegue que tuvo su padre con las películas, pero no es tarde. Eso está en sus planes y hay tiempo”, compartió la legendaria gladiadora en charla con ESTO.

Lola González siguió con los elogios para la leyenda de plata. Incluso, aseguró que el Hijo del Santo es una persona muy noble que siempre les enseñó a tener dignidad en su trabajo.

“Es un grande, un grande en toda la extensión de la palabra. Lo es dentro del espectáculo y en el deporte. En la lucha libre ni hablar, es una persona única, un compañero respetuoso, un caballero que nos ha enseñado a levantarse del piso, a poner un límite, a poner dignidad para levantar el personaje que ha sido su herencia, su legado y que no ha importado las críticas, él lo lleva como su bandera y la defiende como cualquiera de nosotros su trabajo. Lo queremos honrar y es un digno representante, sí nos representa”, dijo.

Cuestionado sobre qué representa el Hijo del Santo para la lucha libre, dejó claro que es una de las joyas más preciadas del deporte.

“Es nuestra joya, junto con otros como Mil Máscaras, son nuestros grandes iconos de la lucha libre a nivel Mundial, pero son nuestros, son mexicanos, y para mí es el compañero, la bandera de la dignidad y el respeto y el amor por el deporte. Es ejemplo de valentía y de generosidad, porque está abierto, yo he sido testigo de muchas ocasiones que él siempre dice: ‘aqui estoy, aquí está mi mano y estoy contigo’, pero la gente a veces no se acerca por timidez”, explicó.

LOLA GONZÁLEZ PIDIÓ ESTAR EN LA GIRA DE DESPEDIDA DEL HIJO DEL SANTO

Durante la conferencia de prensa, Lola González tomó la palabra para pedirle al Hijo del Santo la oportunidad de alternar con él en su gira de despedida.

Cuestionada al respecto, la luchadora confesó que le daba pena hacerlo porque es muy sentimental y sabía que no se iba a poder aguantar las ganas de llorar.

“Estoy muy emocionada, no sabes lo que me costó. Es que una se enconcha a lo largo del tiempo, si ya tienes un nombre, si ya tienes una carrera o una cierta comodidad, pero mi corazón me hablaba y me decía que viniera, pero me conmuevo tanto que yo no quería llorar”, expuso.

Lola González compartió que a sus 65 años todavía sube al cuadrilátero, además de que da clases de lucha libre en algunas universidades.

“Sí, todavía, el año pasado estuve luchando, estoy dando clases también en la Universidad Autónoma Metropolitana, también en la UNAM, en varias facultades”, cerró.

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