Dos títulos conseguidos en una Copa del Mundo Sub-17 no fue suficiente para que México haya tenido un crecimiento futbolístico en la selección mayor, de hecho, la mayoría de jugadores que estuvieron presentes en el segundo campeonato no lograron consolidarse.

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El primer título en la categoría que obtuvo el tricolor fue en la justa mundialista celebrada en 2005. Bajo el mando de Jesús Ramírez, el equipo verde conquistó la corona tras dar cuenta de Brasil 3-0 en la final.

En la alineación titular aparecieron Sergio Arias, Efraín Juárez, Patricio Araujo, Héctor Moreno, Adrián Aldrete, Christian Sánchez, Omar Esparza, Jorge Hernández, César Villaluz, Giovani dos Santos y Carlos Vela.

Este último, junto con Juárez, Araujo, Moreno, Esparza, Aldrete y Villaluz fueron los que lograron consolidar una carrera futbolística, de hecho, algunos tuvieron la oportunidad de jugar en el balompié de Europa.

VELA, DE LOS ÚNICOS EN LA ÉLITE

Vela, después de lograr el título, mantuvo su carrera en el viejo continente; fue pieza clave con la Real Sociedad donde estuvo seis años antes de integrarse a Los Angeles FC de la MLS. También estuvo con Arsenal y West Bromwich (Inglaterra), Salamanca y Osasuna (España).

Efraín Juárez militó en el Celtic de Escocia y Real Zaragoza de España, mientras que Héctor Moreno jugó en el AZ Alkmaar y el PSV de los Países Bajos, el Espanyol y la Real Sociedad de España, además de la Roma de Italia.

En tanto que Giovani dos Santos arrancó su carrera deportiva en el Barcelona; defendió las casacas de Tottenham Hotspur e Ipswich Town (Inglaterra), Galatasaray (Turquía), Racing de Santander, Villarreal y Mallorca (España).

Araujo, Aldrete, Esparza y Villaluz lograron tener una trayectoria importante en Primera División pero no lograron jugar en Europa. Durante esa época, México aún tenía dominio ante rivales de Concacaf.

DESAPARECIÓ LA MAYORÍA

La situación cambió radicalmente en la segunda Copa del Mundo obtenida. El Tricolor ganó la justa después de imponerse 2-0 a su similar de Uruguay bajo el mando de Raúl “Potro” Gutiérrez.

De los once jugadores que saltaron a ese partido, pocos lograron tener trascendencia en Primera División, sólo Antonio Briseño, quien actualmente juega con Chivas y tuvo un paso fugaz con Feirense de la Primera División de Portugal.

Mientras que Richard Sánchez, Francisco Flores, Carlos Guzmán, Jorge Caballero, Kevin Escamilla, Jorge Espericueta, Arturo González, José Tostado, Carlos Fierro y Marco Bueno no pudieron consolidarse en el máximo circuito.

Aunque no fue titular, Julio Gómez fue la figura del equipo tras conseguir un gol de chilena que dejó fuera a Alemania y clasificó a México a la final. Pese a su buen rendimiento, Gómez, también conocido como “la momia”, no recibió la confianza de ningún director técnico.

El par de Copas del Mundo obtenidas por México no son garantía ni competencia contra los juveniles de Estados Unidos que, en la actualidad, han podido consolidarse en equipos europeos.

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