Poco reconocido por las nuevas generaciones, pero sí ubicado por los aficionados de más edad, Alfredo Ortiz estuvo presente en el estadio Alfredo Harp Helú y sin problema alguno posó para la instantánea que algunos seguidores le solicitaron. El expitcher veracruzano se dio cita al “Diamante de Fuego” para disfrutar del partido entre Diablos Rojos del México y New York Yankees.

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Un encuentro que es especial para el llamado “Zurdo de Oro” y no es para menos, ya que reavivó el recuerdo cuando él se paró en la lomita del extinto Parque del Seguro Social para enfrentar a los Mulos de Manhattan cuando la escuadra neoyorquina realizó su primera visita al país en 1968. “Me tocó pitcharles en el Seguro Social en el 68 y ahora regresan después de 56 años, me da mucho gusto, me siento muy satisfecho de volver a ver aquí al equipo de Yankees a mis 80 años”, señaló Alfredo Ortiz para el diario ESTO.

Previo a su ingreso al recinto escarlata, Ortiz, nacido el 12 de enero de 1944. Sobre aquel juego en el que le tocó lanzar señaló: “Tengo un recuerdo muy bonito porque picharle a un equipo de Ligas Mayores. Y sobre todo a Yankees es un recuerdo que jamás se me va a olvidar y ahora que regresan se ve a toda la afición. Y por eso está el parque lleno porque va a ver a Yankees, que es el mejor equipo del mundo”. En aquella ocasión, Ramón Arano lanzó en el primer duelo ante Yankees, donde los Diablos Rojos se impusieron 5-3. Y a Alfredo Ortiz le tocó participar en el segundo encuentro, donde no tuvo la mejor de la suerte, el México perdió y el “Zurdo de Oro” vio como Mickey Mantle le sacó la pelota del Parque. Yankees ganaría 9-1.

Sobre su sensación ahora como aficionado expresó: “Hago de cuenta que estoy en el montículo. Es muy bonito seguir en el beisbol hasta que me muera, es mi vida y ha sido mi vida siempre el beisbol”. En un aspecto más técnico, el jarocho, quien fue selecto al Salón de la Fama del Beisbol Mexicano en 1993. Detalló que es complicado enviar las serpentinas en cualquier campo, pero en la capital sin duda se complica más por la altura. No obstante, se tiene que trabajar en ese aspecto para imponerse. “El lanzar es difícil en todos lados, pero aquí en México, por la altura, es más. Pero por eso hay que trabajar para agarrar control y tirar los pitcheos bajos, ese es el secreto aquí en México”.

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