El gen Concacaf se viralizó como una enfermedad entre varios entrenadores del Tricolor. No respetó nacionalidad ni experiencia, si se es considerado ganador o es el de moda, fueron muchos los que tuvieron que dejar su trabajo luego de derrotas ante selecciones de Concacaf, una situación que Jaime Lozano buscará evitar.

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Sin ir tan lejos, el último que perdió su sitio en el banquillo fue el antecesor de Jimmy. Diego Cocca llegó como el técnico que mayor popularidad tenía en México, con títulos en el Atlas y un estilo que agradó a los directivos, quienes confiaron en él para darle las riendas de la escuadra más importante del país.
Cocca tuvo pocos encuentros al frente del Tricolor, los resultados lo acompañron al principio, pero las semifinales de la Nations League lo crucificaron. La derrota y la forma en la que cayó ante los Estados Unidos trajo su despido, además de la promesa de los directivos de que no se volvería ver un espectáculo como tal.

Uno de los que más se recuerdan es José Manuel de la Torre. Chepo comenzó su andar en el Tricolor con ilusión, pasos firmes y un grupo que se veía convencido de lo que el entrenador mexicano. El hexagonal final trajo dolorosas derrotas para el cuadro Tricolor, que puso en peligro la clasificación rumbo a la Copa del Mundo de Brasil 2014. El acabose fue la derrota en casa ante Honduras. El segundo Aztecazo finiquitó a José Manuel, quien no fue el mismo entrenador después de su experiencia con el Tricolor.

Inmediatamente de lo vivido por Chepo, el mal concacafqueano golpeó a uno de los entrenadores más ganadores en la historia de la Liga MX. Víctor Manuel Vucetich fue la opción tras el despido de De la Torre. Con su estilo, el Rey Midas quiso llevar a México al Mundial, aunque solamente cayó ante Costa Rica y tuvo que despedirse del cargo.

El camino rumbo a Corea-Japón 2002 entregó dos cabezas más a lo vivido. Primero fue Manuel Lapuente. Manolo no levantó el barco mexicano y después de una victoria en Panamá y una derrota en Puerto Príncipe, decidió hacerse a un lado. La respuesta fue Enrique Meza.

El Ojitos compuso el camino por unos encuentros, pero en el Hexagonal final, sufrió el primer Aztecazo, aquel que Costa Rica concretó para sacudir a Meza. Enrique no soportó la caída ante Honduras por 3-1 en suelo catracho y se tuvo que ir.

La nacionalidad no se respetada por el gen Concacaf. Sven Goran Eriksson fue destituido en plena eliminatoria. El sueco no se terminó por adaptar al Tricolor, casi lo dejó fuera en la segunda ronda, un cabezazo de Vicente Matías Vuoso en Canadá rescató al equipo de todos, que decidió echar al europeo después de un 3-1 en contra frente a la bicolor.

Las leyendas también han sido golpeadas. Hugo Sánchez tuvo como tumba el Preolímpico del 2008. Si bien México ganó un partido, cayó en uno y empató otro, la diferencia de goles los terminó por echar. Hugo se despidió en la casa del Fulham en un amistoso que ganó ante Ghana por 2-1 después de 18 encuentros.

Esos son los recuerdos de todos los entrenadores de la última época que se fueron por ese gen que ha golpeado a los entrenadores nacionales. Jaime Lozano quiere evitarlo en su primer gran reto como entrenador oficial, la Nations League.

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