La Plaza México le ha dado y le ha quitado. Héctor Gutiérrez, con dos años de alternativa, ya ha puntuado en el gran escenario con tardes de mucha relevancia y también ha probado la dureza de su público. Y ha sido en este lugar su bautizo de sangre, en aquella tarde que el astado le infirió heridas graves en la espalda. Aunque tiene dos años de doctorado, el torero nacido en Aguascalientes no ha logrado despuntar significativamente por motivos ajenos a su entrega en los ruedos.

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Sabedor esta que las oportunidades son de oro a estas alturas y que realmente no ha expuesto todo su toreo precisamente por falta de oportunidades en algunas ferias. La tarde de mañana en La Plaza México será clave para ratificar con las empresas su momento y poder regresar a los máximos circuitos en el calendario taurino.

“Han sido tiempos difíciles, de principio por que la plaza estuvo cerrada y luego estas semanas con la incertidumbre, me causaba intriga y ansiedad saber que quizá el día 18 no llegaría. Pero mira, gracias a Dios se cumplió y estoy muy contento e ilusionado, en un cartel que me encanta y no me queda más que entregarme y estar a la altura de la afición”, señaló el espigado torero, quien en su etapa de novillero tuvo un despunte formidable y apoyo total de las empresas.

HÉCTOR GUTIÉRREZ EXPLICÓ EL CAMBIO QUE CONLLEVA SER MATADOR

Ahora como matador la historia es otra, pero causa esperanza este torero precisamente por su paso novilleril y también sus inicios como matador.

“Siento que en este tiempo mi toreo ha evolucionado, pese a que soy un torero muy nuevo, entiendo que me falta mucho por aprender, pero sí que estos dos años me han ayudado a crecer y encontrar mi toreo. Y mi siento muy a gusto”, expresó Héctor.

Desde luego el hidrocálido se sabe obligado a dar un manotazo este domingo y sacar la cabeza muy por encima. En cierto modo la tarde se cargará hacia él.

“La verdad es que si. Mis alternantes son dos figuras del toreo ya consolidadas y no se diga el maestro Talavante de talla mundial, pero yo tengo que hacer mi nombre y abrirme las puertas. Y no hay mejor forma que hablar en la plaza y ganarse los contratos en el ruedo“, destacó el torero, quien se nota entusiasmado por partir plaza.

Y como dicen, para que haya caldo de conejo, debe haber conejo. En este caso los toros de Villacarmela apuntan a todo lo alto, teniendo en cuenta que es una ganadería de muy alto porcentaje para el triunfo por ser toros de gran calidad y bravura.

“La ganadería me encanta, de hecho, fue con la que tomé la alternativa en Guadalajara y pude desorejar a un toro de mi lote; esta ganadería fue la que me puso en el mapa y gracias a ese toro he podido recorrer el país en dos temporadas“, dijo con mucha alegría.

EN UN MOMENTO COMPLICADO

Gutiérrez confiesa que no está en un momento fácil de su carrera, sobre todo desde que se quedó sin apoderados.

“La cosa se ha puesto cuesta arriba y me he quedado fuera de muchas ferias, pero tengo una oportunidad para capitalizar que es oro y es la del domingo. Y no depende de nadie más que de mi”.
Si bien la baraja de matadores está en constante renovación, actualmente no surge una promesa real que pueda ocupar la silla de figura del toreo de entre la camada de Héctor.

“Sin duda hace falta toreros que tengan un mensaje que dar, que lleguen a la afición y esa es una gran responsabilidad para nosotros, que queremos realmente salir adelante. El mensaje que intentó dar por mi parte es el de la entrega, el del toreo reunido, puro y pasarte el toro cerca. Y torear despacio, muy despacio”, indicó.

Tratándose de toros y toreros la muerte está presente y es parte de este rito ancestral, Héctor ha pagado cuota al toro bravo con tres cornadas, “un toro me saca diez veces el peso, al más mínimo error el toro te puede quitar la vida, pues el toro sale a defenderse. Es una guerra de ley donde no hay excusa ni trampa. No hay espectáculo tan digno y puro como el toreo“.

EL PRECIO QUE HAY QUE PAGAR

Como novillero sin caballos en La México recibió dos cornadas en la espalda y en su alternativa recibió otra. “Es el precio qué hay que pagar, sabemos el riesgo que conlleva. Esperemos evitarlas, pero si no, estamos para eso”.

Feliz y repleto de emociones encontradas. Así se encuentra Héctor. Listo para partir plaza y sintiéndose además un “privilegiado por estar en esta plaza de toros”, que de por sí vacía impone. Ahora llena, ni que pensar.

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