En los años 90 la lucha libre mexicana fue conquistada por un joven de origen canadiense que arribó a suelo azteca con una guitarra y unas mayas de luchador, un músico aventurero que trabajó como cadenero en los antros de Los Ángeles, California, su nombre, Ian Richard Hodgkinson, mejor conocido como el Vampiro Canadiense. Hoy, varias décadas después, un experimentado gladiador anunció el fin de su recorrido en los cuadriláteros.

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“Es de miedo porque es real, ya no hay vuelta para atrás. Lo hablamos muy bien en la oficina de AAA, el Vampiro es popular y no sé porqué, pero físicamente yo ya no puedo más, porque yo sólo tengo una velocidad, la de lastimarme”, comentó el Vampiro a ESTO en una charla nostálgica.

Los aficionados tenían que aludir a su nacionalidad, porque el cabello rubio y sus ojos azules lo amerizaban. Durante su carrera, la cual duró más de 30 años conquistó más de 29 campeonatos y diversas cabelleras de sumo valor en el pancracio nacional, aunque en un inicio nunca imaginó la dimensión que alcanzaría su nombre en este deporte.

“Estoy muy confundido, cuando yo llegué a México, cuando yo estaba viendo el Angel de la Independencia y la Arena México, pensé ‘que estoy haciendo com mi vida, no sé que voy a hacer aquí’. Eso fue en 1989, y hoy estamos aquí, no lo puedo creer”, agregó.

Con ese personaje de cara pintada, larga cabellera y un carisma inigualable conquistó al público de las arenas que se engalanaban al colocar su nombre en los más alto de sus marquesinas. Con el paso el tiempo se convirtió en un mexicano más, tanto así que llegó para quedarse. Pese a ganarse el mote de “Vampiro casanova” por los romances que se le achacaron. La realidad actual es otra, un tanto solitaria, alejada de la vida pública acompañado de su esposa e hija Dasha. Mismas que se oponen a su gira de retiro este 2024: “No están contentas, porque saben de mi condición, pero la vida sigue”.

Con lagrimas en los ojos, frente a la familia que le brindó una oportunidad para triunfar, el Vampiro agradeció a los Roldán Peña y a la Caravana Estelar. Esta temporada denominada ‘Orígenes’ en la Triple A estará marcada por el retiro de una leyenda.

“Yo no tengo nada más que cumplir, ya lo hice, quiero disfrutar las sonrisas una vez más. No subo a escuchar aplausos, subo para decir ‘gracias’. Voy a las arenas ya dar la mano a toda al afición, así sean 10 mil o tres”, expresó.

Sus últimos movimientos en los encordados no buscarán llevarse el protagonismo a la posteridad. Todo lo que buscó lo consiguió, apoyar a la causa y a los nuevos talentos será su último aporte como gladiador.

“Tengo deseo de convivir con la afición, no ocupo luchar por mi ego, yo quiero apoyar a la lucha libre. Con quién me pongan, si alguien va a recibir un beneficio luchando y ganándole al Vampiro, adelante”, cerró.

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