Luego de haber sido el máximo goleador del Mundial Infantil en 2005, Carlos Vela llamó la atención del Arsenal de Inglaterra y el club lo sumó a sus filas, pero al poco tiempo lo cedió al Celta de Vigo para que terminara de formarse como profesional. Ahí declaró que su aspiración era ser el mejor del mundo y jugar en el Real Madrid, per o para su mala suerte, nunca lo logró.

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En entrevista con Belén Álvarez en aquel 2006, el mexicano de en ese entonces 18 años afirmó que uno de sus sueños era vestir la camiseta blanca. Además, trabajaba para ser el mejor jugador del mundo, pero luego que pasaron un par de años, cambió el discurso por el que el futbol no era tanto de su agrado.

“Me gustaría jugar en el Real Madrid. Mi objetivo principal es ser el mejor jugador del mundo”, declaró en ese entonces.

Muchos analistas han coincidido en que, en caso de haberlo querido, Carlos Vela sí tenía las condiciones suficientes para poder llegar a la élite del juego, pero simplemente no quiso.

Cuando Carlos Vela cambió de parecer y dijo que no le gustaba el futbol

En el 2014, concedió otra entrevista pero ahora en ‘Espacio Reservado’. En ese año, el mexicano formaba parte de la Real Sociedad de San Sebastián y era el mejor jugador del club, aún por encima de Griezmann. La diferencia fue que el francés decidió dar el salto a un club con mayores aspiraciones y llegó al Atlético de Madrid y el Barcelona. En cambio, Vela siguió con el mismo equipo hasta que en 2018, con 29 años, regresó al continente americano con el LAFC en Estados Unidos.

“Te seré sincero, el futbol nunca me ha apasionado tanto para ir a muerte. Yo prefiero que gane el Real Madrid pero si no gana, no me afecta en lo más mínimo”.

En ese mismo 2014, Carlos Vela se negó a ir al Mundial de Brasil con la Selección Mexicana, pese a que era el jugador con mejores condiciones y quien atravesaba un momento importante en Europa. Pues había sido nombrado el mejor de la liga española sólo por detrás de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo.

El nacido en Cancún confesó que su verdadera pasión era el basquetbol y eso influyó en su decisión de dejar Europa. Él quería una vida más tranquila y que lo dejaran en paz. Por ende, gran parte de la afición se quedó con las ganas de ver hasta dónde podía llegar si se lo proponía: “Puedo ver 10 partidos de NBA en televisión pero si sale uno de futbol, en 10 minutos le cambió”.

Un año después de su llegada, Carlos Vela partió rumbo al Salamanca, Osasuna, West Brom y finalmente la Real Sociedad, donde tuvo su mejor versión como jugador profesional.

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