El amor que Jaime Lozano le tiene a México es total. Frustrado por lo sucedido en la Copa del Mundo de Qatar, Jimmy se puso a analizar el momento que vivía el equipo de todos y confirmó que se podían hacer muchas cosas más.

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La ambición de Jaime no quedó sólo en la mente, se puso una meta que esperaba cumplir más adelante, pero que, por lo vivido por Diego Cocca, pudo llegar antes de lo pensado. Dirigir al Tricolor fue la meta del llamado Actor, quien ahora disfruta el momento con la presión que eso conlleva.

“Cuando cayó México en Qatar 2022 tenía posibilidades (de llegar a la selección). Pensé en que podía hacer las cosas distintas porque muchos de los jugadores que estuvieron en el Mundial los tuve. Hice un proyecto a largo plazo junto con mi cuerpo técnico. A grandes rasgos me ofrecían ser auxiliar y tener mano en la Sub-23, la categoría me encanta, pero al no haber Juegos Olímpicos todo cambia”.

Ser la mano derecha del entrenador en turno fue el mayor ofrecimiento para palpar la representación mayor. Jaime lo dudó, sobre todo porque no tenía el gusto de conocer al argentino, por eso prefirió esperar su oportunidad, una que, a decir del propio DT, arribó antes de lo pensado. “Sabía que no iba a ser fácil incorporarme a un cuerpo técnico. No es fácil para el técnico mexicano, siempre se tiene un poco más de fe en el extranjero, por eso hay que tomar las oportunidades. Uno no sabe el futuro, por eso era complicado”.

JAIME LOZANO RECIBIÓ LA LLAMADA QUE ESPERABA

La derrota con Estados Unidos sentenció a Cocca. Jaime recibió la llamada que esperaba y aunque muchos le cuestionaron el por qué se arriesgó a tomar la oportunidad, siempre respondió que sentía que tenía la capacidad de liderar ese grupo. “Mucha gente me decía que cómo me atreví (a tomar a la selección para la Copa Oro), pero para mí es la oportunidad de mi vida porque conocía a los jugadores, había gran comunión, buena relación y sabía que lo podíamos lograr”.

Ya con la escuadra nacional en la competencia más importante de selecciones en Concacaf, lo único que pasaba por su mente era lograr el resultado y esperar a que los directivos dieran su decisión, aunque, recalcó, que jamás se sintió seguro en el puesto. “El interinato era lo de menos, yo quería estar con el equipo, vivir esa experiencia y estaba convencido de que nos iba a ir muy bien. Sabía que conforme íbamos avanzando iba haciendo ruido, pero quedarme era lo último que pensaba. Hay decisiones que no te corresponden, así que tienes que vivir el momento”, sentenció para Claro Sports en W Radio.