Ángel Villacampa ya conoce al América desde el ADN. El entrenador de las Águilas sabe que a la gente azulcrema les gustan los títulos y no le huye a la responsabilidad. Es por eso que en su mente está resetear lo sucedido el campeonato pasado, donde se quedaron en la horilla ante Tigres.

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“La presión ya viene de fábrica, diría yo, realmente es resetear, mejorar la forma de jugar. Ya después los números son números, son para batir, si podemos mejorar, lo haremos. Pero queremos mejorar aspectos, de situaciones, momentos buenos o malos, cómo aumentarlos en el tiempo, reducirlos en el tiempo de partidos, competir, es lo que tenemos en foco, la consecuencia serán números positivos”.

Sabe que la exigencia es tal que, aunque se triunfe con un marcador abultado, nadie se va contento, por eso. Restó la importancia al ajustado triunfo ante Atlas. “Esto es el América, si ganas 4-0, no te vas contento. Sobre todo, en situaciones, lo que decía del torneo, terminamos, tomamos vacaciones, fue nuestro primer partido. Nos toca ajustarnos, no es casualidad que los que llegamos más lejos, nos ha costado sacar el partido. Hay que ver los resultados, hay menos tiempo de preparación”.

Ahora, ante Necaxa, espera que su equipo esté más sólido, a diferencia del debut ante las rojinegras. “Espero que las distancias sean mejores, que nos encontremos con velocidad de pie, seguridad defensiva, un montón de cosas que nos costó para meternos en la competición, casi nos cuesta el resultado, hay una ocasión de Atlas al 93 que casi cae el empate, estos días ya he visto otro ritmo, en eso estamos trabajando”.

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A la gente sólo les pidió que se dejen convencer de que el grupo puede hacer cosas importantes. “Ahora mismo, va a pasar al revés. Se lo daremos día a día, con trabajo, demostrando con resultados, mensaje de que pueden confiar en el equipo. Yo confío en ellas, puede revertir la sensación. Más que un mensaje, ya le mandé un mensaje a las jugadoras de que puedan confiar en nosotras”, dijo y agregó que la meta es y siempre ha sido, el título. “Si no, no estaría aquí, no sé cómo se entrena para ser segundo, es lo que quiere el club, es un sentimiento que siempre tengo yo”