La mejor época de Caroline Wozniacki es un buen recuerdo. Actualmente la danesa ocupa el lugar 238 de la clasificación en la WTA. Pero hubo un tiempo, en octubre del 2010, que fue la número uno del mundo, y para conseguirlo tuvo que trabajar bastante. Aunque no considera que haya tenido que hacer sacrificios, pues su carrera ha estado basada en buenas y malas decisiones. 

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“No creo en sacrificios. Creo que hacemos elecciones para las decisiones que vamos a tomar y eso nos va a poner en la posición en la que queremos estar. Así que siento que he hecho elecciones a lo largo de mi carrera que pudieron hacer de mí la mejor jugadora de tenis. Estoy muy orgullosa de eso, es algo que quiero enseñar a los jóvenes y también a mis hijos. Saben que si quieren lograr algo es solo el tamaño de su sueño. El tamaño de lo que pueden lograr así que si trabajas duro y te encanta lo que haces, realmente todo es posible”, comenzó. 

“Vengo de un pequeño país que no tiene tradiciones de tenis en el pasado y poder lograr lo que hice. Ahora ver a otros jóvenes que vienen de mi país es muy especial. Así que espero que comience otra tradición de tenis y espero que haya más jóvenes que jueguen muy bien tenis”, continuó. 

Y justamente una de las grandes decisiones de Wozniacki fue dejar el tenis por un tiempo, y ahora, tras su regreso y ya con hijos, cambió por completo su perspectiva del deporte blanco, aunque eso no significa que ahora lo disfrute menos, sino todo lo contrario. 

EL RETIRO FUE UNA GRAN DECISIÓN, PERO MEJOR FUE REGRESAR

“Cuando decidí parar en el 2020 pensé que iba a ser mi último torneo, mi último partido y quería empezar con mi familia y quería salir y hacer otras cosas. Pero llegó  la pandemia y tenía dos hijos; necesitaba volver a ponerme en forma  así que después de mi segundo hijo  empecé a ir a la escuela una vez a la semana y golpear un poco la pelota, y de repente me di cuenta de que todavía podía golpear. Hablé con mi esposo y mi padre es mi entrenador y pensé, ¿qué si vuelvo y veo lo que pasa? No lo esperaba pero aquí estamos”, contó. 

Ahora con su vuelta Wozniacki considera que no le ha ido mal, ya tiene nuevos objetivos y metas en el circuito, ahora de la mano de sus hijos, que ya desean también convertirse en tenistas. 

“Tuve un buen comienzo en mis primeros torneos, me di cuenta dónde estoy en cuanto a tenis. Creo que después de tres años y medio fuera siento que todavía puedo golpear tan bien como siempre y he tomado tiempo para trabajar en algunas cosas. Estoy muy emocionada para el próximo año y jugar en los grandes torneos y en las Olimpíadas”, dijo. 

“Hacer eso con mis dos hijos es muy especial, creo que nunca pensé que pudiera jugar y viajar con mi familia, pero mi hija es muy obsesionada con el tenis y quiere hacer todo lo que hace mamá. Mi hijo está empezando a entender un poco más y es muy agradable”; remató. 

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Este 2023 Caroline Wozniacki participó en los WTA 1000 de Canadá, Montreal y en el US Open, donde llegó hasta la cuarta ronda, en la que cayó en tres parciales ante la campeona Coco Gauff. Su regreso en Nueva York a un Grand Slam superó lo hecho el 2020 en Australia, pues en lo que fue su retiro temporal quedó en la tercera ronda. 

EMOCIONADA CON EL TENNISFEST 

Si bien Caroline Wozniacki ha pisado algunos de los escenarios más importantes del tenis, su participación en el TennisFest en la Plaza México le provoca gran ilusión, pues sabe de sobra que el público mexicano es de los mejores en el mundo, además de que sabe que la acompañarán grandes tenistas. 

“México es increíble. He visto un poco desde el año pasado y jugar en este gran estadio mañana va a ser muy divertido. Me encanta México y estoy muy emocionada de jugar con estos tres increíbles jugadores de tenis y va a ser una gran fiesta, va a ser muy divertido y no puedo esperar a estar ahí mañana”, confesó. 

Aunque Wozniacki ya había visitado la CDMX en su etapa de Juniors, espera poder conocer un poco más de la capital, aunque su prioridad está centrada en el juego ante Sakkari.