Cuando parecía que Canadá se enfilaba sin mayores contratiempos a la Copa América, un arrebato de Jamaica durante el segundo tiempo puso en jaque a los del país de la hoja de maple. De un momento a otro, los locales vieron cómo el sueño de llegar al torneo continental se ponía en riesgo, en un partido que habían dominado en un principio pero que dejaron a la deriva sobre el final.

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Los Reggae Boyz, fieles a su esencia de equipo impredecible, no desaprovecharon la oportunidad para lograr la hombrada y llevarse el boleto tras ganar 3-2 en Ontario. El global terminó 4-4, pero el gol de visitante una vez más lo definió todo.

Los partidos suelen ser un cúmulo de coincidencias hasta que el silbatazo final de pronto ordena todo y da coherencia a la historia. Con la ventaja 2-1 conseguida en Kingston, los canadienses saltaron al terreno de juego del BMO con la confianza de liquidar todo con algún gol tempranero.

Al menos un par de intervenciones milagrosas del arquero Andre Blake postergaron lo que parecía ser el veredicto, hasta que el tanto de Alphonso Davies, al minuto 25, daba la impresión de liquidarlo todo.

Por un momento, Jamaica también se sintió perdido y lamentó no haber podido recortar distancias antes del descanso en una falla garrafal por parte de Nicholson, que erró su cabezazo solo, frente al arquero.

JAMAICA MODIFICÓ PARA LA SEGUNDA MITAD

Imposibilitados de acercarse al marco canadiense, los Reggae Boyz cambiaron la estrategia durante el complemento y encontraron un tesoro en la presión bien arriba. Dos balones robados se transformaron en goles, dos latigazos de Nicholson a los minutos 62 y 66 que abrían la puerta a un partido nuevo.

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Canadá acusó el golpe, y tal vez eso fue lo que los hizo espabilar para empatar el encuentro con gol de cabeza de Kone, tres minutos después.

Con el partido propenso a la locura que genera la posibilidad de que un solo gol cambie el rumbo de una serie, Jamaica se fue arriba y una mano dentro del área abrió una vez más la puerta desde el punto penal. Reid cobró como si estuviera en el barrio, abajo y colocado, para darle la ventaja a los suyos. Los últimos minutos, Jamaica defendió la ventaja con orgullo. La sorpresa estaba consumada.