La puerta de los naturalizados en la Selección mexicana se abrió por completo con el llamado de Gabriel Caballero. El volante argentino destacó con su estilo de juego y le llenó el ojo a Javier Aguirre, quien incluso lo llevó a la Copa del Mundo de Corea-Japón en el 2002. 21 años después, Julián Quiñones será el encargado de representar al Tricolor.

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El Eterno mostró compromiso con el equipo de todos, a tal punto que fue uno de los menos criticados en su estancia como Tricolor. Después de él, gente como Antonio Naelson Sinha, Leandro Augusto, Christian Giménez y recientemente Rogelio Funes Mori, fueron nombres que los aficionados criticaron en diversas ocasiones.

JULIÁN QUIÑONES DEBE DEJARSE TODO CON EL TRICOLOR

La leyenda del Pachuca, sabe que Julián Quiñones vivirá algo parecido, por eso le aconsejó que entregue todo en el terreno de juego, pues será la forma en la que la gente siempre lo recordará y arropará. “Lo único que le puedo decirle es que esté orgulloso por estar entre los mejores jugadores del país, que se esfuerce al máximo, obediente, colaborar para dar un beneficio a la selección, puede salir bien o mal, todos se equivocan, pero es parte del juego, nada, es momento de tratar de representar y dejar en todo lo alto el nombre de México, como me tocó hacerlo cuando yo estuve, es la forma en la que la gente toma las cosas”, dijo en entrevista con ESTO.

Sabe que hay mucha gente que difiere en muchos sentidos de los naturalizados, pero recalcó que son solamente escándalos para vender situaciones extra cancha. “La verdad yo no creo que haya gente así, no siento que se vea mal, simplemente hay puntos de vistas diferentes, a algunos les gusta y a otros no, en ningún caso veo mal eso, a veces los gustos de cada uno son diferentes, se genera polémica, hay jugadores que sobran o faltan en la Selección, siempre se dice eso, algunos prefieren otro nombre que un naturalizado, pero es normal, la gente siempre va a opinar”.

GABRIEL CABALLERO ABRIÓ LA PUERTA

Lo que vivió en el Tricolor le ayudó a salir adelante ante los cuestionamientos, pues dejó todo en el terreno de juego. “Cuando a mí me tocó, abrí las puertas de esta polémica de los naturalizados, para mí fue normal, vivo en México desde hace 30 años, cuando me tocó, la verdad fue un gran grupo, con jugadores de gran trayectoria, con respeto mutuo, cada uno aportaba su máximo”.

Caballero reconoció sus raíces, aunque no por eso es menos mexicano que otros. “Sí, por supuesto, por más que nací en otro país, en Argentina, no me olvido de mis raíces, de costumbres que me gustan, pero también me acostumbre y me adapté y me gustó la vida y el país al que llegué, donde me abrieron las puertas, soy un agradecido de México, lo sigo sintiendo, uno nace donde nace, después decide donde prefiere estar, también hay palabras y términos que uno no cambia, hay otros que he adquirido, es parte de lo que uno en la vida pasa, parte del destino, a eso nos dedicamos cuando podíamos jugar al futbol, siempre buscando mejorar, después está la parte del nacionalismo, preferencias, sean mexicanos o no, está bien, es un punto de vista, creen que es más abierto que cerrado”.

MÉXICO LE ENCANTA

Y a muestra, recalcó que la comida mexicana le encanta. “Son cosas comunes, normales, la alimentación, la comida que me gusta, hay costumbres de siempre he tenido, el cuidado de la alimentación, siempre esté donde esté, después soy una persona normal que paga impuesto, agua, luz, las escuelas de mis hijos, soy una persona normal, voy al supermercado, de paseo, me encanta el país, todas las cosas comunes que hace cualquier persona, después, bueno me consideren o no mexicano, es otra cosa, pero yo me siento mexicano”, cerró.

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